Australia avanza a disputadas elecciones mañana
La coalición Liberal-Nacional mantenía una pequeña ventaja de 51% a 49% por sobre el principal grupo de la oposición.
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A pocas horas de las elecciones generales en Australia el sábado 2 de julio, la carrera se mantiene apretada. Según una encuesta realizada por la consultora local Newspoll, entre el 23 y el 26 de junio, la coalición Liberal-Nacional mantenía una pequeña ventaja de 51% a 49% por sobre el principal grupo de la oposición, el Partido Laborista. Esto se basaba en una votación de las primarias de 43% para la coalición, 36% para los laboristas y 9% para los Verdes.
Las encuestas de opinión se han mantenido sorprendentemente estrechas en las últimas siete semanas antes de los comicios generales. Las preferencias considerando sólo dos partidos han tendido a variar entre 51% y 49% tanto para la coalición como para los Laboristas. Actualmente, los agregadores de encuestas están dando a la coalición una pequeña mayoría.
Las casas de apuestas también siguen considerando una victoria de la coalición como el resultado más probable.
Considerada en su conjunto, la evidencia sugiere que nuestro pronóstico central –que la coalición regresa al poder con una pequeña, mayoría– sigue siendo adecuado, pero un parlamento “colgado” donde la coalición pierde trece escaños al igual que su mayoría absoluta, es un riesgo que se debe tomar en serio.
No existen muchos precedentes de un gobierno de minoría a nivel federal en Australia –las últimas dos ocasiones en que esto ocurrió fueron 1940 y 2010– pero esta situación es más común a nivel de los estados. Por una convención, el gobierno que se encuentra en el cargo en principio se mantendría al mando y trataría de conformar apoyo parlamentario. En 2010 el gobierno laborista logró hacerlo consiguiendo apoyo del único miembro Verde del parlamento y tres independientes.
Si se produjera un parlamento sin mayoría clara, esto podría llevar a un período de incertidumbre para las empresas en términos de predictibilidad de las políticas, aunque no necesariamente a un gobierno menos efectivo per se. De hecho, el parlamento de 2010 logró aprobar más proyectos de ley que su predecesor. En este escenario, un grupo encabezado por el senador independiente de Australia del Sur, Nick Xenophon, parece cada vez más como el factor clave. Una figura de centro con un toque populista, Xenophon ayudaría a moderar algunas de las políticas más polémicas de ambos bandos, como los recortes generalizados a los impuestos para las empresas que impulsa la coalición y los mayores impuestos a las propiedades que proponen los Laboristas, además de presionar por más apoyo para el golpeado sector manufacturero de Australia del Sur.