Gobierno chino confina la ciudad de Chengdu por rebrote de casos de Covid-19

Justo antes del mediodía del jueves, el gobierno de Chengdu, la megalópolis del suroeste de China, comunicó a sus 21 millones de habitantes que se bloquearía el acceso a la ciudad a partir de las seis de la tarde, mientras las autoridades se apresuraban a acabar con el creciente brote de Covid-19.

Esto dejó sólo seis horas para que los residentes se prepararan para lo que muchos temían que fuera una repetición del agotador cierre de dos meses en Shanghai a principios de este año, que vio la escasez de alimentos y la miseria generalizada en una de las ciudades más ricas de China.

Hu, un empleado de una empresa estatal de 45 años, y su familia empezaron a hacer las maletas de inmediato, con el objetivo de dejar su apartamento de la ciudad de Chengdu y trasladarse a una residencia más grande en las afueras para sobrellevar lo que se avecina. "Esa casa en el campo sería más espaciosa y mi familia y yo podríamos realizar actividades al aire libre en el jardín durante el encierro", dijo Hu, que pidió que se le identificara por su apellido por miedo a hablar.

En el resto de la ciudad, conocida por su santuario de pandas, las estanterías de los supermercados se vaciaron mientras los ansiosos automovilistas llenaban las carreteras intentando llegar a casa. Al igual que en Shanghái, el gobierno local no dio información sobre cuándo se levantaría el bloqueo, sólo que habría al menos tres días de pruebas masivas entre el 1 y el 4 de septiembre.

Giro drástico

El pánico subraya que la vida en las megalópolis chinas -de las que hay 17 con una población de 10 millones de personas o más- ha dado un giro drástico este año con la llegada de más variantes transmisibles. Aunque los contagios son mucho más bajos que en muchos otros países, las autoridades siguen un manual de medidas de bloqueo tempranas y estrictas para cortar las cadenas de transmisión.

A pesar de los crecientes costes económicos, el Presidente Xi Jinping se ha reafirmado en este enfoque, afirmando que las vidas salvadas por su política de Covid Zero merecen la pena. Existe una presión adicional para controlar los brotes en el período previo al congreso del Partido Comunista Chino de este año, en el que se espera que Xi consiga un tercer mandato sin precedentes como líder.

En Chengdu se han detectado más de 900 casos en 10 días y otras ciudades se han bloqueado por una sola infección. Shanghái, el principal centro financiero del país, había planeado originalmente ocho días de pruebas masivas, pero a medida que se acumulaban las infecciones, el bloqueo se alargó.

Impacto generalizado

Sin embargo, Chengdu es una ciudad menos importante económicamente que Shanghái: representa el 1,7% de la producción interior bruta del país, frente al 3,8% de Shanghái. Aunque alberga empresas tecnológicas y fabricantes de automóviles, como Toyota Motor Corp. y VW China, Chengdu está situada en la región occidental, menos desarrollada y rica.

"No esperamos un retroceso al estilo de Shangai", escribió David Qu, economista de China en Bloomberg Economics, en una nota el jueves. "Sí esperamos un impacto generalizado en el sentimiento que amplifique el daño más allá del golpe directo a la actividad".

Dicho esto, ahora hay mayores riesgos a la baja para la previsión de crecimiento del tercer trimestre del 4,5%, escribió.

Para los habitantes de Chengdu, reina la incertidumbre. Mientras que Shanghái es el peor escenario, otras megalópolis, como el centro tecnológico del sur, Shenzhen, salieron de su bloqueo en sólo una semana.

Sin embargo, mientras se mantenga la política de Xi de Covid Zero, una cosa es segura en China: más cierres.

"El primer rumor era que el cierre iba a durar tres días y nadie se lo creía", dijo Hu, que huyó a su casa de las afueras. "Y lo que he oído ahora es que serán 10 días. Pero ¿quién sabe?", dijo, y añadió. "Dondequiera que caiga el virus, el suelo arderá".