Desempleados semanales caen inesperadamente en EEUU, pero siguen sobre 800 mil

Cuando los estadounidenses miran con atención los movimientos de Donald Trump respecto a qué pasará con el millonario paquete de estímulo que el presidente amenazó con no promulgar, las cifras laborales de esta semana sorprendieron positivamente en la principal economía del mundo.

Las solicitudes de subsidios por desempleo cayeron inesperadamente a 803 mil la semana que finalizó el 19 de diciembre, lo que implica una baja frente a las proyecciones del mercado, que estimaba que 885 mil personas pidieran el beneficio.

El dato también es una disminución desde las solicitudes de la semana anterior, las cuales fueron revisadas en 7 mil al alza, totalizando 892 mil nuevos desempleados en el país con más contagios y fallecidos de Covid-19.

El promedio móvil de nuevas solicitudes, que contempla las últimas cuatro semanas y se considera un indicador más fiable de las tendencias laborales, aumentó a 818.250.

En el detalle, las solicitudes continuas -o sea quienes han recibido beneficios por al menos dos semanas consecutivas- cayeron a poco más de 5,3 millones la semana concluida el 12 de diciembre, en más o menos 200 mil personas desde el período previo.

De acuerdo a las cifras de la entidad federal, en este momento los estadounidenses que están recibiendo algún tipo de beneficio por desempleo ascienden a 20,4 millones hasta el 5 de diciembre.

El informe de hoy llega en medio del debate que protagonizan Trump y los líderes del Congreso, ya que aunque los legisladores por fin llegaron a un acuerdo sobre todos los componentes del plan de estímulo para EEUU y este fue aprobado, el mandatario considera que es necesario aumentar la ayuda para las familias.

La aprobación del plan de rescate es clave en materia laboral, ya que contempla entregar beneficios federales de US$ 300 semanales por desempleo. De no autorizarse estos pagos, 12 millones de personas perderían su seguro de desempleo este sábado.

Esto no ocurre en un momento nada trivial, ya que en medio de la llamada tercera ola de contagios, EEUU está registrando máximos tanto de contagios como de fallecidos y hospitalizaciones. En consecuencia, cada vez más negocios han decidido volver a cerrar, lo que impactaría en el desempeño económico del fin de este año, e incluso podría arrastrar al primer trimestre de 2021 nuevamente a terreno negativo.