A un año de conflicto Rusia-Ucrania, comienzan a reducirse las restricciones a exportaciones de alimentos
Según estudio, durante todo el año pasado hubo 32 países que impusieron 77 restricciones a las exportaciones y la mayoría no fueron notificadas a la Organización Mundial del Comercio.
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La invasión de Rusia a Ucrania iniciada hace un año no solo agravó las alzas de precios que venían desde la crisis sanitaria del Covid-19 y los cuellos de botella de la cadena de suministro, sino que también incrementó las restricciones de países a sus exportaciones.
De acuerdo a datos publicados a fines de enero por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (Ifpri, por su sigla en inglés), durante todo el año pasado hubo 32 países que impusieron 77 restricciones a las exportaciones. De estas, 46 fueron prohibiciones a su comercio internacional; 11 impusieron requisitos de licencia; y seis en impuestos y el resto en una combinación de medidas.
Además, solo el 17% fue notificada a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Los productos que tuvieron mayores restricciones fueron aquellos más afectados por la guerra: el trigo, la soya, aceites, maíz y arroz.
En mayo del año pasado se registró el peak de las limitaciones, con cerca del 17% de las exportaciones mundiales de alimentos -sobre una base calórica- impactadas, lo que involucró a 23 países.
En la actualidad, “la proporción de exportaciones afectadas por las restricciones a la exportación ha caído más del 50% desde su punto máximo de mayo, mientras que las medidas en sí parecen tener menos consecuencias de lo que muchos anticiparon”, dice el blog de expertos del Ifpri.
Se estima que han caído las tensiones en los mercados de trigo, arroz, maíz y soya. De acuerdo a los datos, para finales de diciembre solo el 7,4% de las exportaciones de alimentos presentaban restricciones, de estos la mitad corresponde a trigo.
Sin embargo, advierten que los precios de alimentos siguen elevados en comparación a los niveles de mediados de 2021, una volatilidad que podría empeorar con la continuación de la guerra y la sequía que afecta a los cultivos de América del Sur. Dado esto, continúa el riesgo de que algunos países sigan considerando estas prácticas restrictivas.
Trigo, arroz y azúcar
Indonesia fue uno de los países que ya venía desde principios de 2022 dándole prioridad al 20% de su producción de aceite de palma para uso doméstico. Pero Rusia y Ucrania representan cerca del 50% de la producción mundial de aceite vegetal, por lo que cuando estalló la guerra, Indonesia anunció la prohibición total de sus aceites para finales de abril.
Según indican las cifras del Ifpri, si en abril se exportaron 1,5 millones de toneladas de aceite, para mayo la cifra descendió hasta 182 mil toneladas. Sin embargo, después de tres semanas el gobierno decidió levantar la medida, aunque incluyó requisitos como que un tercio de los suministros se reserven para el consumo interno. A pesar de esto, las exportaciones no alcanzaron los mismos niveles de 2021.
Para mediados de mayo, India también tomó la decisión de poner en veda las exportaciones de trigo, debido a que los precios internos se elevaron a récords históricos y la producción se vio impactada por las olas de calor en el país.
Si bien el gobierno anunció que se permitirán algunas exportaciones que ya contaran con contratos y cartas de crédito irrevocables o por permiso especial para garantizar la seguridad alimentaria de algunos países vecinos, las exportaciones cayeron desde 1,5 millones de toneladas de trigo en abril a 1,1 millones en mayo, y en octubre se registraron cerca de 65 mil.
Además, en mayo la autoridad india informó que limitaba las exportaciones de azúcar a 10 millones de toneladas hasta septiembre, al igual que incluir un impuesto del 20% a las exportaciones de arroz.
Sin embargo, de acuerdo a lo consignado por Bloomberg, se estaría considerando eliminar algunas medidas restrictivas al arroz ya que se han estabilizado los precios y se han logrado reservas suficientes para cubrir los programas de asistencia social.
El impacto de la guerra en el comercio
no es tan grave como se esperaba
El comercio mundial creció más de lo previsto el año pasado a pesar de la agitación causada por la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que los países más afectados lograron cambiar de proveedores o productos, dijo el jueves la Organización Mundial del Comercio (OMC), según consignó Reuters.
El organismo había pronosticado un alza de sólo el 3% para 2022, ya que el conflicto causó importantes perturbaciones en las exportaciones, entre ellas las de trigo y combustibles.
Sin embargo, el economista jefe de la OMC, Ralph Ossa, dijo que el comercio mundial había “resistido bien” en la presentación de su último análisis del impacto de la guerra en la actividad.
“No hemos visto las peores predicciones previstas al inicio de la guerra”, afirmó en un comunicado. La OMC no dio la cifra 2022, diciendo que los datos estarían disponibles en abril.
Ossa añadió que el comercio mundial aguantó porque los miembros de la OMC mostraron moderación en el uso de las restricciones a la exportación. “Parte de la explicación (del limitado impacto) es que el sistema comercial mundial permaneció abierto”, indicó.
Según el informe de la OMC, algunos países que antes dependían de las importaciones de Ucrania cambiaron un producto alimentario por otro, por ejemplo de trigo a arroz. Otros encontraron proveedores alternativos, como Egipto, que sustituyó el trigo de Ucrania por importaciones de la Unión Europea y EEUU, además de Rusia.
En conjunto, las exportaciones ucranianas se desplomaron un 30% el año pasado en valor.
Las rusas aumentaron 15,6% debido a la subida de los precios de los combustibles, los fertilizantes y los cereales, según la OMC. Sin embargo, según el informe, el volumen total de sus exportaciones “podría haber disminuido ligeramente”.
Las sanciones occidentales a Rusia por su invasión de Ucrania han provocado un descenso de las exportaciones rusas al Reino Unido y Estados Unidos y un aumento a China e India, añadió Ossa.