La Comisión Europea espera que la
eurozona crezca este año el 1,7%, una décima menos de lo calculado
en febrero, y la actividad se desacelerará aún más en 2009, hasta el
1,5%, como consecuencia de las turbulencias financieras, la
desaceleración en Estados Unidos y la subida de las materias primas.
La economía de los Veintisiete crecerá este año el 2% -la misma
tasa avanzada en febrero-, y el 1,8%, el próximo.
Estas cifras suponen una desaceleración significativa, de ocho
décimas en ambos casos, respecto al crecimiento registrado en 2007.
El Ejecutivo de la UE insiste en que la economía europea está
sorteando la crisis con relativa comodidad, gracias a sus sólidos
cimientos, y destaca que creará 3 millones de empleos entre 2008 y
2009.
Entre las grandes economías, España será, según Bruselas, la que
sufra el mayor ajuste, pues su crecimiento pasará del 3,8% en 2007
al 2,2% (tras un recorte de cinco décimas respecto de la última
previsión).
La economía italiana también se desacelerará significativamente,
del 1,5% al 0,5%, en tanto que la del Reino Unido se moderará del 3%
al 1,7%.
El PIB alemán aumentará el 1,8% (desde el 2,5% en 2007) y el
francés avanzará el 1,6% (desde el 1,9% anterior).
La Comisión recalca su preocupación por el repunte de la
inflación, que atribuye al encarecimiento del crudo y los alimentos,
pero augura una moderación significativa el año próximo, cuando el
IPC Armonizado bajará al 2,2% en la eurozona y al 2,4% en la UE.
Respecto a la crisis financiera, la Comisión asume que la
incertidumbre sobre el alcance y el tamaño de las pérdidas se
mantendrá hasta final de este año y se irá desvaneciendo
progresivamente durante los primeros meses de 2009.
La desaceleración en Europa se hará notar, según las expectativas
de Bruselas, en la inversión -que se irá debilitando por el
enfriamiento inmobiliario- y el consumo privado -que reflejará el
menor dinamismo del empleo y de los salarios y la pérdida de
confianza-.
A pesar del menor aumento del empleo -que pasará de crecer el
1,6% al 0,9% en la eurozona y del 1,7% al 0,8% en la UE-, la tasa de
paro continuará reduciéndose, hasta el 7,2% de la población activa
en los países de la moneda única y el 6,8% en los Veintisiete.
Para 2009, el Ejecutivo comunitario espera cierta estabilización
del desempleo, que se situaría en el 7,3% en la zona euro y el 6,8%
en la Unión.
La Comisión pide a los países que mantengan la disciplina fiscal,
pero augura cierto aumento del déficit público este año, hasta el 1%
del PIB de media en el área del euro y el 1,2% en la UE, por la
menor actividad y los recortes fiscales en algunos países.
Bruselas incide en que estas previsiones están sujetas a riesgos,
vinculados al ajuste en los mercados financieros y su efecto en la
economía real, pero también a la inflación.