El compromiso para recuperar la buena
marcha de la economía mundial fue el eje de la reunión de hoy entre
el presidente de EE.UU., George W. Bush, y el primer ministro
británico, Gordon Bown, en la Casa Blanca.
En su segunda reunión en EE.UU. desde que Brown llegó a poder el
año pasado, los dos líderes expresaron su completo acuerdo en
cuestiones como Irak, Afganistán, o la necesidad de tomar medidas
contra el programa nuclear iraní.
Aunque no han logrado mantener la cálida relación que unía a Bush
con el predecesor de Brown, Tony Blair, ambos hicieron hincapié en
la armonía de los lazos bilaterales y sus puntos de vista similares.
En una rueda de prensa conjunta en la Rosaleda de la Casa Blanca,
ambos mandatarios arremetieron contra el enriquecimiento de uranio
iraní y Bush afirmó que "es ingenuo" pensar que Teherán no vaya a
usar el conocimiento necesario para esa actividad en la producción
de armamento nuclear.
Bush, que calificó de "poco fiable" al Gobierno del presidente
Mahmud Ahmadineyad, opina que el programa nuclear iraní tiene como
fin la fabricación de armamento, mientras que Teherán asegura que su
objetivo es la producción de electricidad.
"Si eso es así, ¿por qué tienen un programa secreto?", se
preguntó Bush.
Por su parte, el primer ministro británico aseguró que presionará
a sus socios para que la Unión Europea (UE) amplíe sus sanciones
contra el régimen iraní si este país no renuncia a sus actividades
atómicas.
"No me disculpo por decir que extenderemos las sanciones donde
sea posible en lo que respecta a Irán", afirmó Brown, quien agregó
que la república islámica "ha violado un tratado de no
proliferación, no ha contado a la comunidad internacional lo que son
sus planes".
Ambos mandatarios dedicaron buen espacio de su reunión, que duró
más de una hora y continuará esta noche con una cena social junto a
sus esposas, a la economía mundial.
Bush y Brown expresaron su compromiso de conseguir que las
economías de sus respectivos países "retomen las sendas del
crecimiento".
"Como preparativo a la cumbre del Grupo de los Ocho en Japón,
donde se reunirán las principales economías, haremos cuanto esté en
nuestro poder para garantizar la estabilidad y el crecimiento
económico", declaró el primer ministro británico.
Brown también instó a los países a poner en marcha reformas que
permitan una mayor transparencia en el mercado crediticio y en las
prácticas bancarias para devolver la confianza a los mercados
financieros tras la crisis sufrida por los problemas en el sector de
las hipotecas de alto riesgo en EE.UU.
La situación en Irak también acaparó buena parte de la reunión,
reveló Brown.
El Reino Unido ha suspendido sus planes para reducir el número de
sus tropas en el país árabe de 4.000 a 2.500 ante la violencia en la
zona de Basora.
En este sentido, el primer ministro afirmó que creen que su
programa de vigilancia en Basora y en el sur de Irak "está logrando
importantes progresos".
Un llamamiento para que las autoridades en Zimbabue den a conocer
el resultado de las elecciones presidenciales celebradas hace tres
semanas, y un repaso a la situación en Darfur, así como el medio
ambiente también figuraron en la agenda del encuentro entre los dos
mandatarios.
El primer ministro británico, que se encuentra en EE.UU. para una
visita de tres días, se reunió hoy en la embajada del Reino Unido
con los tres aspirantes a la presidencia estadounidense, los
demócratas Barack Obama y Hillary Clinton y el republicano John
McCain, antes de desplazarse a la Casa Blanca.
"Después de hablar con cada uno de ellos sobre los asuntos que
les preocupan a ellos y al mundo, de lo que salgo convencido es de
que las relaciones entre EE.UU. y el Reino Unido seguirán siendo
firmes, seguirán siendo sólidas, y podrán hacer frente a los
desafíos del futuro", declaró Brown.
La visita de Brown a Estados Unidos ha pasado prácticamente
desapercibida en la opinión pública.
Aunque Brown se encuentra desde el martes en EE.UU. y el
miércoles visitó Nueva York y la sede de la ONU, los medios han
optado por centrar toda su atención en la visita de otro líder
mundial, el Papa Benedicto XVI, hoy en la tercera jornada de una
visita de seis días a este país.