El primer ministro británico, Gordon Brown,
afirmó hoy en un discurso en Londres que sería "contraproducente"
reaccionar con medidas proteccionistas a la desaceleración económica
global.
En una intervención en el Instituto de Directores, que reúne a
directivos empresariales de todo el mundo, Brown aseguró entender la
preocupación en Europa y Norteamérica por la pérdida de empleos ante
la creciente competencia de India y China, pero ello -dijo- no debe
revertir en un mayor proteccionismo.
"Es comprensible que exista inquietud en Europa y América, y
debemos ocuparnos de ella", afirmó.
"Pero es preocupante que la respuesta dominante no sea dar la
bienvenida a esta competencia, sino el temor de la gente por sus
trabajos y su medio de vida", prosiguió.
"Vemos que en América, particularmente, está creciendo un
sentimiento proteccionista"", manifestó el "premier", que advirtió
de que las tarifas aduaneras no son el mejor sistema para evitar la
exportación de puestos de trabajo.
La respuesta a la crisis económica global, y a la emergencia de
las economías asiáticas, no debe ser el "contraproducente pero
familiar proteccionismo negativo y defensivo", subrayó.
Brown incidió en que "bajo la ilusión de que se puede detener el
cambio, la gente se negará a sí misma los beneficios competitivos de
la globalización".
Un acuerdo internacional de comercio sería un buen antídoto
contra las medidas proteccionistas, arguyó, pero alertó de que si no
se consigue uno en las próximas semanas, podría tardarse años, dado
el próximo cambio de presidente en Estados Unidos.
En el apartado doméstico, Brown dio a entender que promoverá una
reducción del impuesto de sociedades en el Reino Unido, actualmente
en el 28 por ciento, para evitar la migración de las empresas a
otros países.
En el mismo discurso en Londres, el primer ministro se disculpó
por el error cometido al eliminar los beneficios fiscales para los
más pobres del país sin poner en marcha medidas para compensarles,
que casi provocó una rebelión en las filas de su partido.