El Gobierno de Brasil suspendió
las exportaciones de arroz de los inventarios públicos y pedirá al
sector privado que haga lo mismo, en un esfuerzo por defender el
mercado interno y contrarrestar las alzas de precios del cereal,
informó hoy el ministro de Agricultura, Reinhold Stephanes.
"Como Brasil posee un excedente muy pequeño, es mejor guardar
para el mercado interno", dijo el ministro a periodistas en Brasilia
tras un acto oficial.
Brasil exporta 800.000 toneladas anuales de arroz, dijo el
ministro. Explicó que entre los mecanismos que pueden ser usados
para restringir los envíos podrán utilizarse los aumentos de tarifas
de embarque.
La suspensión de ventas de inventarios del Gobierno comenzó la
semana pasada, dijo Stephanes, quien mañana se reunirá con
empresarios privados para pedirles que adopten la misma medida.
El ministro dijo que el Gobierno está preocupado con el
abastecimiento del mercado interno en los próximos meses, pues el
cereal ha alcanzado precios récords en los mercados internacionales
y cada día es más difícil importar.
Los inventarios del Gobierno alcanzan a 1,6 millones de
toneladas.
Según datos del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada
-una de las principales referencias en el sector agrícola brasileño-
el saco de arroz de 50 kilos pagado al productor ha subido el 41 por
ciento en el último mes en el mercado brasileño, hasta 18,76 dólares
al cierre del martes.
El ministerio de Agricultura ha calculado que la producción del
cereal en la cosecha de 2007 alcanzó a 11,3 millones de toneladas,
con un ligero descenso respecto a la temporada anterior.
El arroz, junto con el frijol negro, es la base de la
alimentación en los estados más populosos de Brasil.
Hoy mismo el presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo durante un
discurso en Brasilia que durante su reciente viaje a Gana, África,
representantes de varios países se le acercaron para intentar
comprar el cereal de Brasil.
"Todo el mundo quiere comprar arroz y Brasil no tiene un
inventario del que pueda desprenderse. No podemos vender", dijo.
"Las personas aguantan crisis económicas y políticas, pero cuando
el mundo depara en crisis de alimentos tenemos problemas serios",
dijo tras defender los logros de la agricultura tropical brasileña.