El Banco Mundial (BM) pidió hoy una
reducción en los costos de los envíos de remesas y más transparencia
y competitividad en el sector para evitar así una contracción en las
transferencias de dinero desde EE.UU. hacia América Latina.
Ese llamamiento cobra especial relevancia dada la desaceleración
económica por la que atraviesa Estados Unidos, el país desde el que
se envían más remesas a la región, según un nuevo informe publicado
hoy por el BM.
Con el título de "Remesas y Desarrollo: Lecciones de América
Latina", el estudio recuerda que el dinero que mandan los
trabajadores latinoamericanos residentes en EE.UU. y otras naciones
ricas a sus países de origen contribuye a reducir la pobreza,
impulsar el crecimiento y disminuir la volatilidad económica.
Esa combinación de factores aumenta, según los autores del
informe, la necesidad de tomar medidas para hacer que esos envíos
resulten más fáciles y maximizar su impacto en el desarrollo de
Latinoamérica.
Pamela Cox, responsable del Banco Mundial para Latinoamérica,
recordó hoy en un comunicado que pese a haber alcanzado la suma
multimillonaria de 60.000 millones de dólares en el 2007, las
remesas a América Latina aumentaron sólo un 6% el año
pasado frente a la media del 19% entre el 2000 y el 2006.
Los autores del estudio señalan, en ese sentido, que el
enfriamiento económico en Estados Unidos, que según un gran número
de analistas entró ya en recesión, explica la reducción de los
flujos de remesas hacia Latinoamérica.
Con esos datos sobre la mesa, el estudio hace hincapié en el
importante papel que están llamados a jugar los reguladores, capaces
de establecer el marco necesario para facilitar las transferencias.
"El reducir el costo de las transferencias es más importante que
nunca dada la caída en las tasas de crecimiento de las remesas desde
el 2007", señaló en un comunicado Humberto López, principal
economista del BM para América Central y co-editor del estudio.
El informe propone además tres vías de actuación, la primera de
las cuales tiene que ver con el desarrollo del sector bancario.
Recuerda que el año pasado sólo el siete por ciento de todas las
remesas a Latinoamérica se envió a través de bancos, frente al 78
por ciento que se hizo mediante proveedores de servicios de envíos
de dinero y al 11% que recurrió a personas que viajaron a
la región.
Los autores del estudio sugieren que los bancos reduzcan sus
comisiones y diseñen productos específicos para los migrantes.
También invitan a los gobiernos a minimizar los costes reguladores
para los bancos que abren filiales para servir a esas comunidades.
En segundo lugar, el informe se refiere a que otro de los
escollos a vencer es el elevado precio de enviar dinero, con
comisiones que alcanzan hasta el 20 por ciento del importe
transferido.
Con ese dato en mente, el Banco Mundial considera que los
esfuerzos de los reguladores deberían de estar orientados a
facilitar servicios al coste más bajo posible, que atraigan al mayor
número de usuarios.
El estudio cita como un ejemplo a seguir la iniciativa del
Gobierno mexicano que inauguró un portal de internet que permite
comparar costos, niveles de seguridad y ubicación de empresas de
envíos de dinero de EE.UU. a México.
El Banco también sugiere por último que las autoridades en los
países receptores faciliten la participación de más instituciones
financieras en el mercado de remesas.
Para finalizar, el documento sugiere minimizar los potenciales
efectos adversos del envío de remesas, que pueden provocar una
apreciación de las divisas locales y una reducción de la
competitividad internacional de las economías respectivas.
Para lograr ese objetivo, el BM propone considerar medidas
fiscales y otras destinadas a incrementar la productividad.