Gran
parte de los países en desarrollo corre el riesgo de perder la guerra contra el
hambre y la malnutrición y de no alcanzar los ocho Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODMs) de la ONU
para el año 2015, según un nuevo informe.
Los ocho objetivos, establecidos durante la Cumbre del Milenio de la ONU del año 2000 en Nueva
York, buscan reducir para el 2015
a la mitad la pobreza extrema y el número de personas
que sufren hambre respecto a los niveles de 1990.
A esa meta se suman otras, como la educación universal primaria, la reducción
de la mortalidad infantil en dos terceras partes, la mejora de la salud materna
y el combate al sida, la malaria y otras enfermedades.
El estudio "Informe sobre seguimiento global", una publicación
semestral del BM en colaboración con el Fondo Monetario Internacional (FMI),
destaca que aunque se prevé que gran parte del mundo en desarrollo logre
reducir la pobreza extrema a la mitad para el 2015, las perspectivas son
oscuras para los objetivos de reducción de la mortalidad infantil y materna,
así como para los avances en nutrición y educación primaria.
"Estoy especialmente preocupado ante los riesgos de fracasar en alcanzar
el objetivo de reducir el hambre y la malnutrición, el 'ODM olvidado'",
afirmó en un comunicado Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial.
"Como demuestra el informe, la reducción de la malnutrición tiene un
efecto multiplicador, al contribuir al éxito de otros ODMs como la salud
materna, la mortalidad infantil y la educación", destacó.
Las palabras de Zoellick coinciden con un fuerte repunte en los precios de los
alimentos básicos, que se han encarecido un 80% desde el 2005 y amenazan con
desestabilizar a distintos países en África, Asia y América Latina.
El propio titular del BM recordó la semana pasada que el programa de alimentos
de Naciones Unidas necesita al menos US$ 500 millones de suministros
alimenticios adicionales para responder a situaciones de emergencia.
"Estados Unidos, la
Unión Europea, Japón y otros países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico) deben actuar ahora para cubrir ese vacío o muchas más
personas sufrirán y pasarán hambre", dijo durante un discurso el miércoles
pasado.
La última edición del "Informe sobre seguimiento global" también hace
hincapié en el vínculo entre desarrollo y medioambiente, y pide una acción
urgente contra el cambio climático.
El estudio menciona que las naciones pobres son las que se arriesgan a sufrir
más a raíz del cambio climático y la degradación de los recursos naturales.
"Con el fin de aprovechar los beneficios duramente obtenidos, los países
en desarrollo necesitan apoyo para abordar los vínculos que existen entre el
crecimiento, el desarrollo y la sostenibilidad ambiental", destaca el
reporte.
Por regiones, África subsahariana es la más rezagada en todos los aspectos,
incluido el objetivo de reducción de la pobreza.
El documento sostiene, de todos modos, que la mayoría de los ODM todavía son
alcanzables para muchas naciones, si estas y sus socios en el desarrollo
realizan esfuerzos más enérgicos.
Zia Qureshi, principal autor del informe, resaltó en una entrevista publicada
en la página web del Banco Mundial que "detrás de estas frías
estadísticas hay personas de carne y hueso y la ausencia de progreso tiene
consecuencias inmediatas y trágicas".
Qureshi mencionó, en ese sentido, que gracias a los avances en la consecución
de los Objetivos del Milenio el mundo tiene 40 millones más de niños en edad de
recibir educación primaria en las escuelas, pero todavía hay 75 millones que
aún no están escolarizados.
"Hay tres millones más de niños que sobreviven pasados los cinco años,
pero todavía hay 10 millones que mueren antes de los cinco años", apuntó
Quereshi, quien insistió en que la falta de mejoras en este frente "tiene
consecuencias reales".