Las ventas minoristas en Brasil anotaron en diciembre su mayor baja de las que se tenga registro y cerraron su peor año desde 2003, debido a la debilidad de las compras navideñas.
Las ventas minoristas, excluyendo automóviles y materiales de construcción, se desplomaron 2,6% en diciembre frente a noviembre, por debajo de las estimaciones de los analistas, informó ayer el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Se trató de la mayor baja mensual en ventas minoristas desde que el IBGE inició la serie histórica en 2000.
En todo 2014, las ventas minoristas subieron 2,2% anual, la tasa más lenta en once años y muy por debajo del promedio de crecimiento de 7,5% de los cuatro años previos.
Fin del auge
El consumo, que ha sido la locomotora del crecimiento de Brasil en la última década, no pasa por un buen momento. El índice de confianza de los consumidores de la Fundación Getulio Vargas está en sus menores niveles desde al menos 2005 debido a una combinación de un crecimiento estancado y una inflación por sobre la meta del banco central.
El crecimiento de los salarios, en tanto, ha perdido impulso en la medida en que se frena la creación de nuevos empleos.
"Esto realmente refuerza la visión de que el auge del consumo en Brasil está llegando a su fin", dijo a Bloomberg David Rees, analista de Capital Economics. "El consumo va a ser débil por bastante tiempo", agregó.
Según economistas, el panorama para la economía brasileña este año es negativo, tras una serie de alzas de impuestos y tasas de interés que pesan aún más sobre el consumo. Esto pese a que la presidenta Dilma Rousseff se mostró confiada la semana pasada en que el país podía resistir estas medidas, que apuntan a restaurar la salud fiscal.
Una medición más amplia de las ventas minoristas, que incluyen a los automóviles y materiales de construcción, bajó 3,7% en diciembre frente a noviembre y un 1,7% en 2014 frente a 2013.
"La Navidad fue muy decepcionante", aseguró Thais Zara, economista jefe de Rosenberg Consultores Associados.
"Estos datos también muestra que un crédito más difícil también está teniendo un impacto en el consumo".
Impacto en el real
El real brasileño bajó a un mínimo en diez años tras la publicación de las cifras, por los temores de que la mayor economía de Latinoamérica se esté desplomando. "Los inversionistas están sensibles a todos estos datos económicos negativos", dijo a Bloomberg Reginaldo Siaca, operador de Tov Corretora de Cambio.
Para apoyar al real y limitar el aumento de los precios de importación, Brasil vendió el equivalente de US$ 98 millones de swaps cambiarios ayer, y desplegó contratos por US$ 629,6 millones. El banco central planea ofrecer hasta US$ 100 millones diarios hasta al menos el 31 de marzo.