En la jornada de ayer, en el momento en el que la divisa rusa llegó a desplomarse cerca de un 25%, el dólar llegó a superar los 80 rublos, y el euro alcanzó por primera vez en la serie histórica el nivel de los 100 rublos.
La posterior remontada ha dado paso a nuevas caídas en el inicio de la jornada de hoy. Los descensos alcanzaron el 5%, de forma que el dólar se situaba por encima de los 71 rublos. Pero las turbulencias se suceden. Un brusco giro al alza ha transformado ese 5% de caída en avances del 5%. El dólar se frenaba así hasta los 65 rublos.
La remontada coincidía con el anuncio, por parte del Ministerio de Finanzas ruso, del inicio de las ventas de su millonaria reserva de divisas. Pero con el paso de la sesión los descensos reaparecen en su cotización.
El propio Ministerio añade que el inicio de la venta de su reserva de divisas se debe a la convicción de que el rublo está infravalorado, si bien desde el Gobierno de Moscú admiten que la estabilización del mercado de divisas dependerá en buena parte del precio del petróleo.
Además de las primeras ventas de su reserva, hoy se han conocido los detalles de la intervención del pasado lunes del banco central. En la primera sesión de la semana destinó 1.960 millones de dólares a intentar frenar el derrumbe de su divisa. Aún así, el rublo perdió cerca de un 10%.
El banco central ruso está agotando todos sus recursos. La histórica subida de tasas de interés, desde el 10,5% hasta el 17%, no pudo evitar ayer un desplome del rublo que llegó a rozar el 25%. Y en lo que va de año ha destinado más de US$ 80.000 millones a intervenir en el mercado en favor de su divisa.
A pesar de todo, el rublo se hunde cerca del 50% en el año. En medio de las turbulencias registradas en la jornada de hoy, el banco central ruso ha anunciado que está investigando una posible manipulación en el mercado de divisas.
La Bolsa de Moscú y la deuda
La jornada otorga una minitregua a la Bolsa de Moscú. Los inversores frenan su huida en masa, y el índice RTS, denominado en dólares, cotiza con subidas que han llegado a alcanzar el 5%, por encima de los 650 puntos.
En el mercado de deuda, la situación sigue siendo crítica para Rusia. Los intereses exigidos a su deuda a dos años repiten por encima del 18%, unos niveles insostenibles a medio y largo plazo.
Los temores de default aumentan, y afianzan la curva invertida de la deuda rusa. Frente a este 18% de rentabilidad exigida al bono a dos años, la deuda a diez años cotiza en el 16%, y las obligaciones a 20 años en el 12%.