El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó ayer a "los enemigos de Rusia" de querer socavar y destruir su economía para castigarla por crecer con fuerza. Durante el discurso anual del estado de la unión pronunciado ante ambas cámaras del Parlamento reunidas en el palacio del Kremlin, Putin comparó la situación actual la lucha de los rusos contra los nazis y aseguró que el gobierno no rectificará su postura sobre Crimea, considerado un territorio "sagrado" por su importancia estratégica.
El rublo ha perdido un tercio de su valor desde que Rusia anexionó a Crimea en marzo, y la caída del precio del petróleo ha supuesto un duro golpe para las finanzas públicas.
"Las autoridades saben quienes son los especuladores y los instrumentos que podemos utilizar para influenciarlos. Ha llegado el momento de utilizarlos", aseguró. Tras su discurso, considerado más agresivo de lo usual, la divisa bajó 1,1% a 53,77 el dólar, eliminando las ganancias acumuladas en las primeras horas del día. El Banco de Rusia rebajó la tasa que grava los préstamos bancarios en moneda extranjera en una apuesta para ralentizar la caída de la moneda y aliviar la escasez de dólares.
Presión económica
Con la economía bajo presión y habiendo corregido el pronóstico para el próximo año a una contracción de 0,8%, frente a la estimación previa de un crecimiento de 1,2%, Putin debe demostrar que puede reconducir el ritmo del país.
El presidente expresó su intención de reducir el papel del gobierno en la economía y dar mayor libertad a las empresas. Además, anunció un plan de amnistía para aquellos capitales que vuelvan a Rusia y que se eliminará la burocracia innecesaria. "Rusia debe escapar de la trampa de cero crecimiento logrando una productividad anual de 5% para volver a una expansión del PIB por encima del promedio mundial en tres o cuatro años", dijo.
Aseguró que el país seguirá "abierto" al mundo y que podrá "reconstruir la confianza". Asimismo, mantendrá las relaciones con EEUU y la Unión Europea, y buscará estrechar lazos con los países latinoamericanos. Para Putin las sanciones impuestas por Occidente hacen daño a la economía, pero serán un "estímulo para avanzar más rápido y acelerar el logro de nuestros objetivos".