Bajo el mandato de Dilma Rousseff, Brasil ha crecido en promedio menos de 2%, la tasa más baja en mas de 20 años. Sin embargo, la presidenta ha subrayado que su gobierno ha reducido el desempleo a un mínimo histórico y ha sacada a millones de personas de la pobreza.
Pero ahora, incluso estos legados podrían estar en peligro. Según un reporte de Morgan Stanley, la debilidad de la economía finalmente está filtrándose al mercado laboral, y el auge de demanda que ha sido el sello de esta administración estaría llegando a su fin.+
"Ahora esperamos que el desempleo aumentará en una tendencia sostenida, por primera vez en casi una década", señala un reporte de Arthur Carvalho, economista para Brasil del banco estadounidense.
Aunque todavía se mantendría bajo, a nivel histórico y en comparación con otras regiones, el desempleo treparía a 6,1% ajustado estacionalmente a fines de 2015, 130 puntos base por sobre su nivel actual.
Impacto en el PIB
Pero la debilidad del empleo tendrá repercusiones sobre el resto de la economía. "Un mercado laboral más débil será un nuevo viento en contra para el crecimiento de Brasil el próximo año, lo que podría poner fin al ambiente pro consumo de los últimos años", concluye el informe, que anticipa que los hogares brasileños tendrán que pasar ahora por un doloroso ajuste.
Por esta razón, el banco está anticipando que la mayor economía de Latinoamérica seguirá hundiéndose en la recesión. Mientras el consenso de los economistas aún esperan un crecimiento, aunque modesto, en el Producto de 2015, Morgan prevé que la actividad se contraerá 0,3%.
Pero Morgan no es el único que está pesimista al respecto. El banco francés BNP Paribas presentó ayer sus nuevas perspectivas para el país, donde señala que la crisis eléctrica y el racionamiento podrían recortar hasta dos puntos porcentuales al crecimiento en 2015, llevando a una contracción de la actividad, señaló el economista del banco, Marcelo Carvalho.
El gigante sudamericano también se vería más frenado por el escándalo de corrupción que afecta a la petrolera estatal Petrobras, advierte BNP.
Las autoridades brasileñas informarán este viernes las cifras para el PIB del tercer trimestre. Tras una contracción de 0,9% en el segundo trimestre respecto de igual lapso del año pasado, la mayoría de los economistas encuestados por Bloomberg está esperando un nuevo período de caída, aunque más moderada.
Discordancia
Durante los últimos cuatro años, Brasil ha experimentado lo que Morgan Stanley ha llamado la "discordancia de crecimiento", término que hace referencia a una combinación de débil producción y fuerte demanda. Las políticas del gobierno acentuaron la discrepancia al estimular la demanda doméstica a través de medidas monetarias y fiscales. En su esfuerzo por reactivar el crecimiento, la administración de Rousseff animó el consumo e intentó levantar la inversión recortando las tasas de interés a un mínimo de 7,25% entre 2012 y 2013 y capitalizando a los bancos estatales con un total de 400 mil millones de reales (US$ 156.974 millones) para alentar la expansión del crédito.
"Al abordar el problema del crecimiento desde este ángulo en vez de soluciones para el lado de la oferta, el gobierno mantuvo el consumo de los hogares relativamente fuerte y, por consiguiente, el mercado laboral ajustado", argumentó Carvalho.
Los cambios en la población también han reducido la holgura en el mercado laboral. El crecimiento de la población no es tan robusto como lo era hace diez años, lo que ha resultado en una menor tasa de expansión de la fuerza laboral.
A esto se suma el descenso en la tasa de participación de los jóvenes entre 19 y 25 años que, de acuerdo al experto, está correlacionado con el programa de préstamo estudiantil adoptado en 2011, que permite realizar estudios a tiempo completo. "Estos factores han mantenido el desempleo bajo a pesar del débil crecimiento del empleo en los últimos dos años", acotó. Sin embargo, este favorable escenario estaría finalizando, ya que el gobierno parece no tener espacio para sostener el estímulo. La ayuda monetaria ya comenzó a replegarse con alzas de 400 puntos base en los tipos en los últimos 18 meses y la firma estadounidense prevé incrementos adicionales de 75 puntos base.
"En el frente fiscal, el gobierno necesita ajustar la política fiscal para evitar o al menos posponer nuevos recortes en las calificaciones soberanas. Esperamos 100 puntos base de PIB en ajuste fiscal en 2015", puntualizó el analista de Morgan Stanley
Molestia de Rousseff por filtraciones
A fines de esta semana serían oficializados los nombramientos de Joaquim Levy y de Nelson Barbosa en los puestos clave de Ministro de Hacienda y Ministro de Planificación, respectivamente, señaló ayer el diario local Valor Económico.
El anuncio habría estado originalmente programado para el viernes de la semana pasada, sin embargo, habría sido postergado sin una explicación oficial.
Los medios brasileños atribuyeron el retraso en los nombramientos a que la presidenta Dilma Rousseff se habría molestado por el hecho de que la identidad de las futuras autoridades se filtrara en la prensa antes de la confirmación oficial.
En el cargo de presidente del Banco Central de Brasil, en tanto, se mantendría el actual titular de la entidad, Alexandre Tombini, que ha trabajado en estrecha colaboración con Rousseff.