El Banco Central Europeo (BCE) ha dado a conocer que 306 bancos de la eurozona son los que le han realizado peticiones de liquidez por importe de más de US$ 160.000 millones en su segunda TLTRO (targeted longer-term refinancing operations). Es decir, su segunda barra de liquidez a un plazo de cuatro año y condicionada al préstamo a familias y empresas.
Esta cifra supone que junto con la primera TLTRO a la que se destinaron 82.600 millones, la banca europea ha pedido un total de 212.440 millones de euros, casi la mitad de lo previsto por el BCE, ya que a esta programa destinó un máximo de 398.000 millones de euros.
Para esta segunda subasta, el organismo había puesto a disposición de las entidades europeas más de 300.000 millones de euros con el objetivo de reavivar el crédito y desatascar de una vez por todas la correa de transmisión para que el dinero llegue a las empresas y los hogares, es decir, a la economía real.
¿Problemas de liquidez?
El calendario de estas subastas a muy largo continuará el próximo año, cuando habrá cuatro más: una por trimestre (marzo, junio, septiembre y diciembre). Y se prolongará hasta 2016, con las subastas de marzo y junio. Los bancos deberán devolver el dinero prestado a finales de septiembre de 2018, pero si no cumplen con la condición de prestarlo, deberán hacerlo antes, en septiembre de 2016, y no recibirán ninguna penalización.
Por tanto, estas TLTRO resuelven teóricamente los problemas de liquidez de la banca hasta 2018. Esa es la teoría, porque en la práctica algunos bancos parecen tener dificultades para financiar el excedente de liquidez a diario. De hecho, siguen utilizando la facilidad de depósito a un día del BCE pese al castigo del -0,2% que se aplica. Ayer, por ejemplo, los bancos depositaron más de 29.400 millones de euros. Otro cantar será el impacto en la economía real, que dependerá de la capacidad de cada entidad para conceder créditos dependiendo de sus ratios y de su capital disponible.
¿Se abre la puerta al QE?
El resultado de la subasta de hoy se ha ajustado a las previsiones, pero no por ello puede calificarse de éxito, puesto que ha vuelto a mostrar una vez más el escaso interés de las entidades.
Esto hace que aumenten las posibilidades de que el BCE implante un programa masivo de compra de deuda soberana en el mercado. Ayer, una encuesta de Reuters mostraba que 25 de 27 expertos consultados esperaban el inicio de un programa de expansión cuantitativa (QE) en pocos meses, previsiblemente en marzo. Un QE que llegaría cinco años después de su implantación por la Fed de Estados Unidos o por el Banco de Inglaterra.