El Bundesbank está dispuesto a apoyar una serie de medidas de estímulo que podría adoptar el Banco Central Europeo tan pronto como el próximo mes, aunque este respaldo no sería automático incluso si es que el ente dirigido por Mario Draghi recorta sus proyecciones de inflación para 2016.
El Wall Street Journal informó que, luego de años de oponerse a las medidas de ayuda poco convencionales, el instituto emisor alemán se abrió a la posibilidad de recurrir a herramientas extraordinarias, como aplicar tasas de depósitos negativas –actualmente están en 0%– y comprar préstamos bancarios empaquetados, para evitar que la zona euro caiga en deflación.
De esta manera, el BCE contaría con el beneplácito de una de las instituciones más influyentes dentro del sistema financiero europeo.
Sin embargo, este cambio de postura no sería automático, según dos fuentes citadas por Bloomberg. Las personas, que pidieron no ser identificadas, añadieron que aún no se toma ninguna decisión al respecto.
La semana pasada, Draghi aseguró que el consejo gobernador del BCE se siente “cómodo” sobre la idea de tomar alguna medida en la próxima reunión de política monetaria el 5 de junio, sesión en la que se actualizarán sus previsiones macroeconómicas.
En marzo, el organismo anticipó que la inflación promediaría 1% este año para luego acelerarse a 1,3% y 1,5% en 2015 y 2016, respectivamente.
“Los pronósticos de 2016 son importantes, aunque no se trata sólo de ellos”, comentó a Bloomberg Nick Kounis, jefe de investigación macro de ABN Amro NV. “Imagino que el Bundesbank está cómodo con la señal de Draghi sobre actuar en junio, pero obviamente eso no significa que es un acuerdo cerrado”, añadió.
En las últimas semanas el presidente del BCE ha indicado que la entidad está más cerca de adoptar medidas de estímulo a medida que lucha para que los precios vuelvan a mostrar signos de vitalidad. La inflación se ubicó en 0,7% en abril, menos de la mitad de la meta cercana a 2% del banco central. Durante los últimos siete meses el índice se ha mantenido bajo 1%.
Si el BCE no cambia sus proyecciones, el Bundesbank estaría reacio a aplicar estímulo, según la fuente citada por el Wall Street Journal.