El consenso del mercado no esperaba para hoy ninguna modificación sobre política monetaria tras los drásticos cambios que el Banco Central Europeo (BCE) anunció hace justo dos meses. Estaban convencidos de que los tipos de interés de la zona euro continuarían un mes más en el mínimo histórico del 0,15%, a la vez que la facilidad de los depósitos se mantendrá en el -0,1%.
Bank of America Merrill Lynch destaca que el organismo monetario europeo podría subrayar que este es un periodo de transición, hasta que en septiembre comiencen las subastas de liquidez a largo plazo (TLTRO) cuyo importe total podrá ascender a 1 billón de euros y en octubre se conozcan los resultados preliminares de la revisión de la calidad de los activos (AQR).
De manera que mientras que el presidente del BCE podría usar esta rueda de prensa mensual posterior a la decisión sobre política monetaria para explicar con más detalle algunas de las medidas tomadas en junio, algunos estrategas insisten en el desafío que supone para el organismo monetario luchar contra el fantasma de la deflación.
Por tanto, los expertos esperan que el banquero italiano haga una mención a la baja inflación de la eurozona, después de que los últimos datos del IPC mostraran una caída de los precios en julio mayor de lo esperado, hasta el 0,4%. Lo peor de todo es que desde la mayor parte de las casas de análisis los pronósticos apuntan a que "en agosto y septiembre los precios sigan a cayendo", como indica Barclays.
Eso sí, más allá de la mención, nadie espera que Draghi ponga en la mesa nuevas medidas para combatir las presiones deflacionistas.
Es más, desde Bank of America indican que Draghi podría restar importancia a esos datos y hablaría de los riesgos en torno a las perspectivas económicas del BCE, con el argumento de que el banco central está listo para actuar, en caso de materializaran dichos riesgos.
En ese sentido, los expertos también confían en que Draghi reafirme su compromiso de usar las medidas extraordinarias que sean necesarias para facilitar las condiciones monetarias, incluyendo la compra de activos (Asset Back Securities o ABS).
Los economistas también confían en escuchar alguna referencia más sobre el QE o quantitative easing a la europea después de que Draghi abriera la puerta a su implantación. Y es que aunque apenas se conocen datos sobre esta medida extraordinaria, en el mercado comienzas las quinielas sobre cuándo podría comenzar su andadura. Eso sí, muchos expertos creen que no se llegará a emplear o de hacerse sería ya el próximo año.
Por otro lado, desde Bank of America Merrill Lynch consideran que el discurso de Súper Draghi se centrará en el potencial del TLTRO para impulsar el crecimiento económico y, en ese sentido, indican "no va a haber un impacto directo en la cotización del euro tras la próxima intervención del BCE".
La debilidad de las bolsas europeas será otro de los asuntos que hoy se tratará, por el hecho de coincidir la reunión del BCE en plena corrección bursátil. Pero también habrá espacio para hablar de la salud del sistema bancario europeo tras la crisis abierta en Portugal.