Tras dos trimestres de un crecimiento muy rápido, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunciaría este viernes que el ritmo de expansión de la mayor economía del planeta se habría desacelerado en los últimos tres meses de 2014 con la desaparición de los factores temporales que dinamizaron la actividad a mediados de año. En todo caso, el país habría anotado la mayor expansión anual en cuatro años.
Según un sondeo de Bloomberg, el PIB se elevó 3,1% entre octubre y diciembre, por debajo de las tasas de 4,6% y 5% de los dos trimestres anteriores, que fueron los mejores seis meses desde fines de 2003. En todo caso, el rango de las apuestas es amplio. Mientas Deutsche Bank es el más optimista con una proyección de crecimiento de 4,2%, JPMorgan y Morgan Stanley son los más conservadores con un pronóstico de 2,8%.
Lastres: gobierno y comercio
BMO Capital Markets explicó en una nota que el crecimiento del tercer trimestre fue en parte impulsado por factores transitorios, como un enorme salto en el gasto de defensa, una caída en las importaciones y una fuerte recomposición de inventarios, "que parecen normalizarse y robarle al crecimiento del cuarto trimestre".
El banco de inversión agregó que la reciente solidez del gasto empresarial, que promedió más de 9% en los dos períodos previos, se estaría enfriando a medida que el descenso en los precios del petróleo golpea a la inversión en el sector energético y las huelgas de trabajadores en los puertos de la costa oeste empañan la confianza empresarial.
La consultora IHS argumentó que las exportaciones netas serán una carga para el PIB por la menor demanda foránea y la apreciación del dólar.
La expansión, sin embargo, seguiría recibiendo impulso por el lado del consumo interno, categoría que habría aumentado 3,9%. La perspectiva de los consumidores se ha visto estimulada por un combustible más barato, la robusta creación de empleos y las bajas tasas de interés.
Con todo, Michael Gregory de BMO Capital Markets cree que "la economía se mantiene en buena forma".
Para 2014 se espera que la principal economía haya crecido 2,4%, la mayor tasa desde 2010.
"La recuperación aún tiene piernas: el crecimiento en 2015 será más fuerte que en 2014", aseguraron los economistas para EEUU de IHS.
Derrumbe de bienes durables
En una muestra de la ralentización de la actividad a fines del año pasado, las órdenes de bienes durables inesperadamente se desplomaron 3,4% en diciembre, luego de haber descendido un corregido 2,1% en noviembre. La cifra reportada ayer por el Departamento de Comercio fue la peor desde el derrumbe de 18,1% de agosto y se compara con un pronóstico de un avance de 0,3%.
Los pedidos de bienes de capital excluyendo los de defensa y los aviones, que sirven como barómetro del gasto futuro, retrocedieron 0,6%, con lo que acumulan cuatro meses de declives. En el cuatro trimestre este indicador suma una caída de 11,4% anualizada, con lo que borra el salto de los tres meses previos.
"Esta debilidad es algo sorpresiva dado que la evidencia sobre las intenciones futuras de gasto se ha fortalecido considerablemente en los últimos meses", sostuvo en una nota Paul Ashaworth, economista jefe para EEUU de Capital Economics.
Chris Low, economista jefe de FTN Financial, explicó a Reuters que "una desaceleración global, un dólar fuerte y la debilidad en el sector petrolero probablemente contribuyeron a la suavidad de las órdenes en la segunda mitad del año pasado".
"La disminución en el gasto de capital pesará sobre el crecimiento, aunque el gasto más sólido de los consumidores debería evitar que el PIB se desacelere mucho", añadió.
El índice de Conference Board reveló que la confianza de los consumidores trepó a 102,9 puntos en enero, su máximo desde agosto de 2007. En tanto, la venta de viviendas nuevas se disparó 11,6% en diciembre hasta 481 mil unidades, nivel no visto desde junio de 2008.
Alza de tasas en junio
En tanto, los miembros de la Reserva Federal terminan hoy su primera reunión de política monetaria del año. Aunque no se esperan grandes anuncios, crecen las apuestas sobre cuándo comenzarán las alzas de tasas.
Un 45% de los economistas encuestados por Bloomberg cree que el primer incremento llegará en junio, 6% apunta a julio y 30% opina que el banco central no modificará los tipos hasta septiembre.
"La economía da cada vez más señales de que ya no está en modo de crisis", expresó a Bloomberg John Ryding, economista jefe de RDQ Economics. La presión a la baja del menor precio del crudo en la inflación "será buena para la economía".