Economía

China y EEUU se abren al diálogo para evitar una nueva escalada de la guerra comercial

El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que la Casa Blanca está “disponible” si China aplica “cambios estructurales”. En Washington, crece la presión sobre el gobierno de Trump para dar pie atrás a los aranceles.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Viernes 13 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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Sutiles cambios en la retórica del gobierno de China abrieron ayer la posibilidad de un diálogo con Estados Unidos, que buscaría frenar un recrudecimiento de la guerra comercial en que las dos mayores economías del planeta han estado enfrascadas durante una semana.

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Tras prometer represalias “firmes y fuertes” a los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, el Ministerio del Comercio chino se contuvo ayer de anunciar nuevas medidas para responder a la decisión de Washington de iniciar un proceso que podría culminar con aranceles a productos por US$ 200 mil millones adicionales.

En cambio, el vocero del ministerio, Gao Feng, sostuvo en una conferencia que el gobierno tomará las medidas “necesarias” para defenderse, de manera “cuantitativa y cualitativa”. Su mesura fue interpretada como una señal hacia Washington.

Por su parte, el viceministro de la cartera, Wang Shouwen, reconoció la posibilidad de un diálogo con EEUU, en una conferencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Génova.

“Cuando tenemos un problema comercial, debemos hablarlo. Debemos sentarnos y tratar de encontrar una solución”, sostuvo el funcionario, aunque advirtió que será “inútil si EEUU no honra su palabra”.

Wang también insistió en que, si otros países siguen el ejemplo del gigante norteamericano, “la OMC se desintegrará” y prometió que China abrirá sus mercados de manera “más amplia y profunda”.

En EEUU, funcionarios de alto nivel del gobierno dijeron a Bloomberg que la Casa Blanca estaba abierta a retomar la comunicación, estancada desde inicios de junio. La semana pasada, el país impuso un primer paquete de aranceles por US$ 34 mil millones, y sumará otros

US$ 16 mil millones en pocas semanas. La discusión pública para aplicar los US$ 200 mil millones adicionales concluye en agosto.

Pero el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, abrió la puerta a negociar para evitarlo. “En la medida en que China quiera hacer cambios estructurales, yo y esta administración estamos disponibles. No estamos defendiendo los aranceles; estamos defendiendo el comercio justo”, sentenció.

Las señales de acercamiento impulsaron ayer al yuan, que avanzó 0,1% durante la tarde en China, tras tres días seguidos de caídas.

Nueva estrategia

La cautela de Beijing difiere mucho de sus acciones contra otras economías con las que ha tenido conflictos, como Japón, Francia o Corea del Sur.

Con el giro, el gigante asiático busca posicionarse como un polo atractivo para las inversiones, pese a la escalada de las tensiones con Washington.

“EEUU es una potencia económica distinta y de mayor escala”, dijo a Finacial Times el economista del Instituto Mercator para Estudios de China en Berlín, Max Zenglein. “Esta situación es bastante única”.

Sin aún subir la presión a las empresas e inversionistas estadounidenses presentes en China, Beijing sí ha ofrecido mejor acceso a sus mercados a competidores europeos y japoneses. Al mismo tiempo, los negociadores comerciales chinos que lidera el vicepremier Liu He, buscan potenciales aliados en autoridades pro empresas de Washington.

“El desafío para los chinos es que no hay demasiado espacio para responder en términos arancelarios”, dijo a FT la experta comercial Kellie Meiman, de McLarty Associates, basada en la capital estadounidense.

Trump bajo presión

El gobierno de Trump también enfrenta presión creciente desde su propio Partido Republicano, donde crecen las peticiones para que frene un conflicto que amenaza con golpear el crecimiento económico del país y el mundo.

El presidente de la cámara baja, Paul Ryan –uno de los líderes del Partido Republicano del presidente y aliado de la Casa Blanca en el Legislativo–, endureció ayer su postura y manifestó que los aranceles y la salida de EEUU de pactos comerciales amenazan al país.

“Nos arriesgamos a que los productos estadounidenses queden fuera de nuevos mercados, que los puestos de trabajo se vayan a otros países y que la influencia estadounidense decaiga”, sostuvo. Agregó que los cobros impuestos a China “no son la solución”.

Pero Ryan está en una posición más cómoda que gran parte de su partido, dado que no competirá por la reelección en noviembre. Las eventuales represalias chinas podrían golpear a estados dependientes de la agricultura y la manufactura, vitales para la estrategia del partido de cara a las elecciones.

Más a largo plazo, la situación también es amenazante. El presidente de la Fed, Jerome Powell, alertó ayer que, si la disputa llega a “altos aranceles sobre muchos productos y muchos bienes y servicios comerciados, podría ser negativo para nuestra economía”.

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