El crecimiento de Alemania probablemente se desacelerará en el segundo trimestre luego de que un invierno inusualmente templado (en el hemisferio norte) impulsó la expansión en el primer periodo, dijo ayer el Bundesbank, aunque añadió que la demanda interna podría ser el pilar de la economía en los próximos meses.
La mayor economía de Europa, que el año pasado solo se expandió moderadamente, creció un 0,8% entre enero y marzo, su ritmo más rápido en tres años, gracias a una fuerte demanda interna y a condiciones climáticas benignas.
El Bundesbank dijo que el efecto positivo del clima probablemente reducirá la tasa de crecimiento ajustada estacionalmente del Producto Interno Bruto en el segundo trimestre por razones matemáticas.
“Es probable que el crecimiento del PIB de todos modos sea débil en primavera (boreal) en términos estacionales y ajustados al calendario”, dijo el banco central alemán en su informe mensual.
El Bundesbank agregó que el factor positivo de los próximos meses se basará principalmente en la demanda interna, mientras que el impulso desde el exterior será “bastante contenido”.
Además, afirmó que el potencial para alteraciones desde el exterior ha “aumentado notablemente” debido a los riesgos económicos en algunos mercados emergentes y a las incertidumbres significativas en el este de Europa.
El crecimiento trimestral alemán de 0,8% superó marginalmente los pronósticos y fue el doble del ritmo visto a finales del 2013. El desempeño de Alemania fue impulsado en gran medida por la demanda interna.
Berlín ha dicho que espera que la demanda interna impulse un crecimiento de 1,8% este año.
“Los impulsos positivos vinieron (...) exclusivamente desde el interior del país”, dijo la Oficina de Estadísticas alemana en un comunicado difundido la semana pasada. “Por el contrario, el comercio exterior frenó el crecimiento económico”, agregó.