BCE mira con preocupación la excesiva fortaleza del euro
El fortalecimiento de la divisa única afecta a la inflación, que volvió a marcar apenas 1,3% en julio, según un reporte separado de ayer.
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Las minutas de la reunión de julio del Banco Central Europeo, publicadas ayer, muestran que las autoridades de la entidad están preocupadas por el alto valor de la moneda única de la zona.
Aunque la mayor parte de las recientes variaciones en los precios de los activos financieros se basan en la recuperación económica de la región, “se expresaron preocupaciones sobre un posible exceso de los mercados en la reapreciación, principalmente en los mercados cambiarios”, dicen las minutas.
El fortalecimiento de la moneda única –que hace las exportaciones europeas menos competitivas– afecta los esfuerzos del BCE de alcanzar su meta de inflación de 2%. Desde principios del año, el euro perdió 11% respecto al dólar. “Si la apreciación continua, será un factor que dificulte al BCE en su normalización y lo forzará a adoptar un ritmo más lento”, afirmó a Bloomberg Kristian Toedtmann, economista del DekaBank.
A la vez, los reguladores advirtieron que las condiciones financieras todavía favorables no deberían ser “dadas por sentado”, porque dependían “en una medida considerable” de que se mantengan las fuertes políticas de apoyo monetario del banco. “Las minutas de hoy calzan con la imagen de un BCE que quiere moderar el proceso de salida (de su programa de estímulos, QE) con extrema cautela”, dijo Carsten Brzeski de ING.
Inflación débil
En tanto, los datos de inflación publicados ayer reforzaron los argumentos precavidos de la autoridad monetaria. El avance de los precios se mantuvo fuertemente por debajo de la meta central del banco, en 1,3% por segundo mes en julio, una fuerte caída desde 2% que mostraba en febrero. A su vez, la inflación subyacente -que excluye los precios de la energía y alimentos- se situó también en 1,3%, una décima más que en junio.
En tanto, a pesar de la débil inflación, la recuperación de la zona está ganando fuerza: el miércoles, los datos revisados afirmaron que la economía europea creció más de lo previsto, un 2,2% en el segundo trimestre, su mejor rendimiento desde principios de 2011.
Eso pone al BCE frente a un dilema para su próxima reunión en septiembre, en momentos en que los mercados esperan más señales sobre el retiro gradual del QE, actualmente en 60 mil millones de euros mensuales, que termina este año.
En tanto, la locomotora de la región, Alemania –la más crítica con el atraso del anuncio sobre el retiro de estímulos- apeló el martes al Tribunal Europeo para cuestionar la legalidad del programa que “viola la prohibición de financiación monetaria” y “excede el mandato de la institución, invadiendo las competencias de los estados”.