Argentina no levanta cabeza: actividad económica habría caído 3,9% interanual en octubre

Argentina entrega esta tarde el dato de actividad económica de octubre y con él cierra el año 2018. Sin embargo, las noticias parecen no mejorar para el país que ha atravesado uno de los peores años de su historia, en medio de una severa crisis financiera que llevó a la moneda local a perder en par de meses la mitad de su valor frente al dólar.

Según un sondeo de Reuters publicado ayer, la economía trasandina se habría contraído un 3,9% interanual en el décimo mes del año, golpeada principalmente por una caída en la construcción y en el consumo. 

Este sería el peor escenario para la nación y para el presidente Mauricio Macri, luego de que la semana pasada se entregara la cifra del Producto Interno Bruto (PIB) para el tercer trimestre indicando el ingreso formal a la recesión. En esa oportunidad, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) reveló que el PIB cayó 3,5% interanual entre julio y septiembre.

En terreno negativo

Según detalló Reuters, las estimaciones de cinco analistas también mostraron que el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de octubre también retrocedió 3,8%, "con lo que acumularía su séptimo mes consecutivo en terreno negativo". Sin embargo, el peor dato del año se registró en junio cuando el EMAE cayó 6,8%. 

"La actividad de la construcción dejó de ser el tractor de la economía argentina (...) La contracción de este sector tiene su correlato inmediato en las industrias conexas, el empleo -es un gran demandante- y, consecuentemente, en los indicadores de consumo", afirmó a Reuters la Consultora Invenómica.

"Su desempeño en el futuro inmediato será central para ponderar la capacidad de crecimiento de la economía y las bondades de esa potencial expansión en términos de la generación de empleo y el aumento los indicadores de consumo", añadió.

Por su parte la consultora Orlando Ferreres & Asociados expresó a la agencia de noticias que "en lo inmediato, si bien creemos que la fase recesiva de mayor agudeza ha quedado atrás, no esperamos un dinamismo generalizado de los sectores que permita hablar de una recuperación sólida".

Golpe a la industria

La misma consultora reveló anoche que, en el mes de noviembre, la producción industrial cayó 9,5% respecto del mismo mes del año pasado. El indicador acumula para los primeros once meses de 2018 una contracción de 4,3% anual. Por su parte, en la medición desestacionalizada se observó un retroceso de 1,4% mensual.

Según este estudio, el mes pasado destacó por una baja brusca en la producción de automóviles que, con una contracción del 18% interanual, reportó su tercer mes consecutivo en terreno negativo. También se registró una importante merma en la fabricación de bebidas -próxima al 15% interanual- mientras que en el segmento de elaboración de aceites la baja alcanzó el 3,5% respecto a noviembre de 2017.

Menos vacas

La crisis también está impactando el sector ganadero. Las altas tasas de interés y la inflación han llevado a los ganaderos a vender sus vacas para financiarse. Esto tiene consecuencias en un país como Argentina que es un histórico productor mundial de carne. 

En otro reporte separado de Reuters, la agencia asegura que "en la última década (se) recuperó de manera gradual la cantidad de cabezas bovinas en el país -de 54 millones a comienzo de este año-, luego de que una histórica sequía en el ciclo 2008/09 provocó una liquidación que dejó el rodeo en 48 millones de animales".

Pero la situación habría cambiado desde hace al menos tres meses. El analista Víctor Tonelli, titular de la consultora Víctor Tonelli & Asociados, explicó a Reuters que las tasas de interés del 60% que el banco central argentino aplicó en agosto para contener la inflación -cercana al 50% en 2018- virtualmente cerró el acceso al crédito a los ganaderos.

"El productor prácticamente se corta una mano antes de firmar un cheque o ir a un banco", graficó Tonelli, que espera que el rodeo argentino caiga en 500 mil cabezas, a 43,5 millones de animales, el año que viene.

A los factores locales que impulsaron la faena de hembras se les sumó un factor externo: la fuerte demanda de China y de Rusia, que importan carne proveniente de vacas, a diferencia de otros compradores que, como la Unión Europea (UE), buscan cortes de novillos.