Ni siquiera el motor de Europa se habría salvado de los efectos negativos sobre la economía que ha generado el conflicto en Ucrania. El gobierno alemán admitió que la actividad se frenó en el segundo trimestre y la confianza de los inversionistas se derrumbó a su mínimo en casi dos años debido a la crisis en Europa del Este.
Por otra parte, la amenaza de la deflación que aflige al bloque siguió aumentando, luego de que los precios en Italia quedaran al borde de caer a terreno negativo y en Portugal se profundizara el declive.
En su informe mensual publicado ayer, el Ministerio de Economía germano reconoció que el crecimiento se estancó entre abril y junio en medio de una recuperación “muy vacilante” en la zona euro y la incertidumbre provocada por las tensiones geopolíticas en Ucrania y Medio Oriente. “El desempeño económico general en Alemana probablemente se debilitó en el segundo trimestre”, sostuvo la cartera sin aclarar si es que esto significaba una contracción.
Durante los primeros tres meses del año, la principal economía europea se expandió 0,8%, el mayor avance trimestral en tres años. Pero los economistas sondeados por Bloomberg anticipan que la nación se contrajo 0,1% el segundo trimestre, la primera caída desde fines de 2012. Los datos oficiales para el Producto serán publicados mañana.
En todo caso, el Ministerio destacó que la “positiva tendencia” de base “continúa estando intacta”, que el mercado laboral se mantiene “estable”, que los ingresos “suben” y la tendencia de consumo “sigue alta”.
“Sabemos sobre la debilidad económica en los países periféricos como Italia, pero siempre está la esperanza de que Alemania será un motor de crecimiento para apoyar a la región. Ahora el propio motor de crecimiento parece también estar vacilando”, manifestó a Bloomberg Peter Rosenstreich, analista de Swissquote Bank.
Menor optimismo
El conflicto entre Kiev y Moscú también afectó la confianza de los inversionistas en Alemania. El Centro ZEW para la Investigación Económica Europea reveló que su índice de las expectativas de los inversionistas y analistas, que apunta a anticipar las perspectivas económicas para los siguientes seis meses, retrocedió desde 27,1 puntos en julio a 8,6 puntos este mes.
La cifra corresponde al octavo descenso consecutivo y es el menor nivel registrado desde diciembre de 2012. La caída de 18,5 puntos, por otra parte, fue el mayor declive mensual desde junio de 2012.
Un subíndice que mide las condiciones actuales de la economía cayó desde 61,8 puntos a 44,3 unidades, mientras que el indicador sobre las expectativas para el bloque de la moneda única se hundió desde 48,1 puntos a 23,7.
“El declive en la confianza económica probablemente está conectada con las actuales tensiones geopolíticas que han afectado a la economía alemana”, sostuvo ZEW. “Como la economía en la zona euro tampoco está ganando impulso, las señales son que el crecimiento económico en Alemania será más débil en 2014 que lo esperado”.
Christian Schulz, economista senior para Europa de Berenberg Bank, expresó en una nota a los clientes que la disminución en la encuesta “confirma el riesgo a la baja en el corto plazo para las economías alemana y de la zona euro que procede de la crisis en Ucrania”. El experto añadió que “el ‘factor Putin’ podría llevar a planes de inversión más cautelosos por un tiempo”.
Mientras algunos analistas estiman que el país repuntará en los próximos meses, otros como Carsten Brzeski, economista senior de ING, advirtieron que la encuesta ZEW sugería que la fragilidad alemana podía extenderse por más tiempo.
El índice “envía una señal preocupante de que el desempeño del crecimiento en el segundo trimestre podría repentinamente mutar desde una excepción hacia una tendencia no deseada”, comentó a Reuters.
La amenaza de la deflación
El mal momento de Alemania no es algo único dentro de la región. Otros países del Viejo Continente se están preparando para enfrentar el riesgo de la inflación.
El Instituto Nacional de Estadísticas de Italia (Istat) informó ayer que los precios a los consumidores armonizados bajaron en julio 2,1% respecto del mes previo y se mantuvieron planos en términos anuales. Este dato es el menor en cinco años y subraya el riesgo de deflación en la tercera mayor economía de la zona euro, que volvió a caer en recesión durante la primavera boreal.
Varias de las ciudades más importantes de la nación ya están experimentando la deflación. En Roma los precios disminuyeron a una tasa anual de 0,2%, en Turín descendieron 0,4% y en Florencia declinaron 0,3%.
“Existe una alarma de deflación a gran escala y la economía italiana ahora arriesga un paro cardíaco”, declaró la asociación de consumidores Codacons.
Por su parte, Portugal acumuló seis meses consecutivos en deflación al registrar en julio una caída anual de 0,7% en su IPC armonizado, la mayor variación negativa desde noviembre de 2009.
Fuera del euro, se espera que las autoridades de Polonia informen hoy que el índice de precios retrocedió 0,2% en julio, el primer dato en terreno negativo desde al menos 1992.
Kiev bloquearía ayuda humanitaria
El gobierno de Ucrania informó que no permitirá el ingreso a su territorio de un convoy con ayuda humanitaria enviado por Rusia a las regiones del este del país, afectadas por un conflicto separatista.
Originalmente Kiev y Moscú habían acordado el despacho de la asistencia, bajo la supervisión de la Cruz Roja, sin embargo, a medida que los vehículos se acercaban a la frontera el organismo advirtió que no tenía control de la operación ni conocía detalles sobre la carga.
Observadores sospechan que la medida es un pretexto del Kremlin para invadir Ucrania y apoyar a los rebeldes pro rusos con pertrechos militares.