Hasta un año es recomendable el uso de fármacos para curar la depresión
Mal uso de los medicamentos puede aumentar los problemas mentales o provocar daños al sistema cardiovascular, obesidad o disfunción sexual.
Por: | Publicado: Martes 8 de marzo de 2011 a las 05:00 hrs.
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Francisca orellana L.
En Chile más del 17% de la población ha presentado síntomas depresivos en el último año. Una cifra que preocupa porque no sólo indica una alta prevalencia en el país, sino también porque muchas veces conlleva a un uso indiscriminado de antidepresivos, que al no tener un correcto control médico o consumirlos de manera prolongada puede provocar la pérdida de su efectividad. Por ello, los especialistas advierten y recomiendan que un tratamiento farmacológico efectivo puede durar en promedio entre seis meses y un año, tiempo en que el medicamento logra actuar, quitar los síntomas y recuperar el balance del sistema nervioso central.
Sólo en los casos más graves, el tratamiento se puede extender hasta dos años. En ese sentido, es sumamente importante que su consumo sea acompañado de psicoterapia, explica el psicólogo de la Clínica Santa María, Juan Pablo Westphal, puesto que los medicamentos se encargan sólo de reactivar el organismo pero no de modificar la conducta o modo de actuar de los pacientes. "De lo contrario, el tratamiento en sí pierde su efectividad y el paciente se puede pasar la vida tomando pastillas, atenuando sus síntomas pero sin mejoría alguna", indica. De hecho, el psiquiatra de la Clínica Alemana, Guillermo Gabler, explica que el tiempo prolongado de la terapia busca evitar las recaídas, que llega a casi el 40% de los pacientes. "Son muchos los factores en que un paciente se ve envuelto, y que se necesitan manejar para un buen desarrollo del cuadro depresivo", explica.
Peligro de automedicación
Si bien no hay cifras actuales respecto al uso de este tipo de medicamentos, el doctor Vizuete señala que un estudio publicado en la Revista Médica de Chile reveló que el consumo de dosis diarias en Chile aumentó más de 460% entre 1992 y 2004, al pasar de 2,5 dosis por cada mil habitantes a 11,7. Asimismo, una reciente investigación arrojó que más de un cuarto de los estadounidenses que consumen antidepresivos nunca fueron diagnosticados por depresión, escenario que según explica Jina Pagura, psicóloga que participó del estudio, sería propenso a la exposición de efectos secundarios importantes entre estos pacientes, "y no estamos seguros de que los riesgos colaterales sean superados por los beneficios de tomarlos en las personas que no cumplen los criterios de depresión mayor", explica.
Nuevas enfermedades
Para Juan Andrés Mosca, psiquiatra de Integramédica, los resultados del estudio realizado en Estados Unidos son muy similares a lo que podría suceder en Chile y, advierte, que puede acarrear graves problemas a la salud, ya que un uso indiscriminado de antidepresivos puede provocar nuevas enfermedades como un daño al sistema cardiovascular (favorecer la hipertensión, por ejemplo), al aparato excretor y digestivo que pueden ocasionar la muerte, o gatillar obesidad, disfunción sexual o consecuencias como sequedad o incontinencia urinaria.
En Chile más del 17% de la población ha presentado síntomas depresivos en el último año. Una cifra que preocupa porque no sólo indica una alta prevalencia en el país, sino también porque muchas veces conlleva a un uso indiscriminado de antidepresivos, que al no tener un correcto control médico o consumirlos de manera prolongada puede provocar la pérdida de su efectividad. Por ello, los especialistas advierten y recomiendan que un tratamiento farmacológico efectivo puede durar en promedio entre seis meses y un año, tiempo en que el medicamento logra actuar, quitar los síntomas y recuperar el balance del sistema nervioso central.
Sólo en los casos más graves, el tratamiento se puede extender hasta dos años. En ese sentido, es sumamente importante que su consumo sea acompañado de psicoterapia, explica el psicólogo de la Clínica Santa María, Juan Pablo Westphal, puesto que los medicamentos se encargan sólo de reactivar el organismo pero no de modificar la conducta o modo de actuar de los pacientes. "De lo contrario, el tratamiento en sí pierde su efectividad y el paciente se puede pasar la vida tomando pastillas, atenuando sus síntomas pero sin mejoría alguna", indica. De hecho, el psiquiatra de la Clínica Alemana, Guillermo Gabler, explica que el tiempo prolongado de la terapia busca evitar las recaídas, que llega a casi el 40% de los pacientes. "Son muchos los factores en que un paciente se ve envuelto, y que se necesitan manejar para un buen desarrollo del cuadro depresivo", explica.
Peligro de automedicación
Si bien no hay cifras actuales respecto al uso de este tipo de medicamentos, el doctor Vizuete señala que un estudio publicado en la Revista Médica de Chile reveló que el consumo de dosis diarias en Chile aumentó más de 460% entre 1992 y 2004, al pasar de 2,5 dosis por cada mil habitantes a 11,7. Asimismo, una reciente investigación arrojó que más de un cuarto de los estadounidenses que consumen antidepresivos nunca fueron diagnosticados por depresión, escenario que según explica Jina Pagura, psicóloga que participó del estudio, sería propenso a la exposición de efectos secundarios importantes entre estos pacientes, "y no estamos seguros de que los riesgos colaterales sean superados por los beneficios de tomarlos en las personas que no cumplen los criterios de depresión mayor", explica.
Nuevas enfermedades
Para Juan Andrés Mosca, psiquiatra de Integramédica, los resultados del estudio realizado en Estados Unidos son muy similares a lo que podría suceder en Chile y, advierte, que puede acarrear graves problemas a la salud, ya que un uso indiscriminado de antidepresivos puede provocar nuevas enfermedades como un daño al sistema cardiovascular (favorecer la hipertensión, por ejemplo), al aparato excretor y digestivo que pueden ocasionar la muerte, o gatillar obesidad, disfunción sexual o consecuencias como sequedad o incontinencia urinaria.