Harald Beyer: “Al gobierno le falta explicar apropiadamente el objetivo de sus iniciativas”

Tal vez no es muy conocido por la opinión pública, pero es carta fija de los gobiernos a la hora de definir los integrantes de una comisión de expertos...

Por: | Publicado: Sábado 2 de abril de 2011 a las 05:00 hrs.
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José Carlos Prado


Tal vez no es muy conocido por la opinión pública, pero es carta fija de los gobiernos a la hora de definir los integrantes de una comisión de expertos. Harald Beyer, subdirector del Centro de Estudios Públicos (CEP), es el protagonista indiscutido de una de fórmulas más populares para buscar consensos que se impulsó en la era Bachelet y que el presidente Sebastián Piñera no dudó en continuar. 
Su principal motivación, señala, nace en la institución de la que forma parte, en donde “el conjunto de empresarios y académicos que la dirige ha tenido la visión para sostener ese trabajo, pensando siempre en el interés del país”. Por eso es que en ningún momento piensa en dejar de participar en estas instancias y tanto es el valor que les da, que descarta de plano estar dispuesto a asumir un cargo ministerial.

Advierte que es una equivocación pensar que las propuestas que de allí salen se deben traducir en resultados concretos, pues, defiende, "sirven de marco de referencia para el debate en asuntos que son de interés nacional". En ese sentido, plantea que "las comisiones son, en general, instancias de apoyo técnico y que plantean soluciones que sus miembros estiman apropiadas para los problemas que se le encarga analizar. Por cierto, no pueden esperar necesariamente que ellas se vayan a aplicar porque esa posibilidad depende de otros aspectos que no es su tarea evaluar”, explica.

Para Beyer, existen dos diferencias relevantes entre las comisiones del gobierno anterior y de este. Con Bachelet, dice, el mandato era relativamente amplio y estaban integradas por tantas personas que casi no se podía orientar el debate. Aun así, destaca dentro de esas la de reforma previsional. Con todo, a su juicio “las comisiones valiosas son aquellas más pequeñas que ofrecen un camino posible para el país”. Aquí radicaría la principal diferencia y explicaría las razones de Piñera para repetir la fórmula, aún cuando en la campaña presidencial haya dicho que su gobierno sería de decisiones, no de comisiones. 



Errores no forzados


Más allá de su participación activa en las comisiones conformadas por Piñera (salario mínimo, educación, ley reservada del cobre y brújula del Mideplan), Beyer también tiene una visión crítica de la gestión gubernamental. “Creo que sus falencias están en varios frentes”, sostiene. Y enumera: "una incapacidad de explicar apropiadamente los objetivos de sus iniciativas y las razones que las motivan; la elevada capacidad que ha mostrado de cometer errores no forzados (es decir actuaciones que le afectan negativamente por errores propios antes que por méritos de la oposición); una agenda que es menos ordenada de la que debe tener un gobierno que está tan sólo cuatro años en el poder, donde muchas veces las prioridades no están claras; y una atención insuficiente a los detalles en los proyectos, motivada tal vez por la inexperiencia de gobierno".

Pero también destaca sus virtudes. Entre ellas, "la disposición para asumir costos políticos y cambiar de rumbo, respecto de planteamientos iniciales, cuando los análisis realizados sugieren que ello es recomendable; un ánimo permanente de evaluar las políticas públicas y descartar aquellas que no muestran ser efectivas". Aun así, reconoce que los resultados de este gobierno quizás todavía no son del todo palpables, pero está convencido que "más temprano que tarde se van a comenzar a notar”. 
- ¿En qué está en deuda este gobierno? ¿Por qué?
- Tengo la impresión que la agenda gubernamental requiere fortalecerse en todo lo que dice relación con modernizar la economía y el fomento de la competencia. La productividad sigue sin dar un salto importante. Algunas reformas valiosas se han hecho, particularmente en Economía y, sobre todo, desde la Corfo. Pero es indispensable ser más ambicioso. 
- ¿Por qué el gobierno no logra traspasar a su popularidad los buenos resultados económicos?
- Es difícil saberlo. Por una parte, el buen manejo económico no es patrimonio de la coalición actual y, por lo tanto, no es un elemento particularmente diferenciador. Por otra parte, al presidente le cuesta comunicarse con una parte importante del electorado que no confía demasiado en él. Eso, indudablemente que afecta la popularidad. El gobierno también generó expectativas iniciales algo desmedidas que indudablemente son imposibles de satisfacer. Esa disonancia afecta. Los resultados de muchas de sus iniciativas demorarán en tener efectos. El recrudecimiento de la inflación también juega en contra de los gobernantes. Por último, los chilenos no evalúan particularmente bien a los mandatarios en los inicios de sus gobiernos.

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