por verónica moreno
La compañía de telecomunicaciones Claro ingresó a la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) una solicitud para convertirse en operador de infraestructura.
Esto permitiría a la empresa desplegar soportes de carácter neutro, como torres de antenas para telefonía móvil, ductos y poliductos, además de fibra óptica oscura para ser utilizados por otros actores de la industria.
Con esto, eventualmente, podría abrir un nuevo nicho de negocio como proveedor de infraestructura, aunque la compañía no ha tomado la decisión aún.
Claro sería la primera operadora de telecomunicaciones en solicitar este tipo de concesión a la Subsecretaría de Telecomunicaciones.
Infraestructura
En Chile, el principal operador de torres de antenas para telefonía móvil es American Tower, que contaría con más de 1.200 de estos soportes distribuidos en el país.
De hecho, Telefónica Chile vendió el año pasado a American Tower 558 de sus torres de soporte de antenas de transmisión de telecomunicaciones, junto con las facilidades para mantenerlas instaladas y operando, en un deal que implicó US$ 96 millones.
Este dato, no solo confirma el liderazgo de American Tower en el negocio de proveer torres a las firmas de telecomunicaciones locales sino que también muestra que la estrategia que está siguiendo Claro es inversa a la aplicada por Telefónica.
Nuevas estrategias de crecimiento
Mientras esta última decidió desde hace algún tiempo concentrarse en su eje central de negocios como el tráfico de datos y aumentarlo a través de nuevas tecnologías y servicios; Claro solicitó a la autoridad la autorización para convertirse en operador de infraestructura.
Esto, dicen en la industria, tiene que ver con las amplias posibilidades que entregan los cambios que se están dando en el mercado de las telecomunicaciones local.
Por un lado, está la ley que regula la instalación de torres de antenas para la telefonía móvil que obliga a las compañías a retirarlas de las zonas sensibles (cercanas a colegios, asilos de ancianos y hospitales, entre otros), lo que implica todo un movimiento en el cambio y búsqueda de nuevos sitios e instalación de nuevos soportes.
Además, la implementación de la red de 4G en el país, que deberá estar operativa en el país a partir del segundo semestre del próximo año, también requerirá de más soportes para desplegar esta tecnología y que representa, en total, una inversión cercana a los US$ 350 millones.
Por otro lado, conocedores de la industria indican que el marco legal que contempla la ley de reconstrucción para el ingreso de actores privados al mercado de la infraestructura de telecomunicaciones hace atractivo destinar inversiones a este tipo de negocio. Básicamente, esta normativa simplifica la entrada al mercado de prestadores de facilidades de infraestructura para el despliegue de torres y ductos, ampliando la definición de concesión de servicio intermedio.