La aviación mundial se prepara para nuevas turbulencias. La factura de crudo reducirá las ganancias del sector un 56% este año y el frenazo económico global lo recortará otro 29% en 2012.
Un vaivén entre buenas nuevas y malas, es lo que les traerá a las aerolíneas el incierto comportamiento de su negocio. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) ha decidido revisar al alza su estimación de ganancia para este año. Ésta es la buena noticia. La mala es que el previsto frenazo de las economías hará que las ganancias vuelvan a caer en 2012.
Según los datos revisados de IATA, las aerolíneas ganarán US$6.900 millones en 2011. La cifra mejora sustancialmente la anterior previsión facilitada hace apenas tres meses, que auguraba un beneficio para este año de sólo US$ 4.000 millones. Pero sigue dando fe de que el sector está sufriendo un ejercicio mucho peor al anterior: las aerolíneas ven cómo se desploma su ganancia un 56% en relación a los US$ 15.800 millones que ganaron en 2010.
La asociación internacional se ha decidido a elevar sus estimaciones para 2011 por la mejora de la actividad que se ha registrado en lo que va de año, fundamentalmente en pasajeros y no tanto en mercancías (con incrementos estimados para todo el ejercicio del 5,9% y de sólo el 1,4%, respectivamente).
Una mejora que sirve para paliar, sólo muy parcialmente, el zarpazo que en las cuentas de las compañías ejercerá el alza del petróleo: el precio medio del barril de crudo será este año casi un 40% superior al de 2010, lo que disparará la factura de combustible hasta los US$ 176.000 millones (US$ 10.000 millones más que en el ejercicio anterior).
Pese a las mejores perspectivas que ofrece este año, el sector ya teme la llegada de 2012. Y es que si en este ejercicio la peor pesadilla para la aviación está siendo el precio del combustible, el próximo año las compañías temen que el frenazo económico que se avecina se traduzca en un frenazo de la actividad y una nueva reducción en las cuentas.