El Santander aseguró hoy que, con la
compra del Sovereign -la única que hará por ahora en EEUU-, está
"jugando en la parte más segura de la industria" financiera del
país, aunque admitió que tendrá que provisionar cerca de US$2.000
millones.
En una conferencia con analistas, el director financiero del
grupo, José Antonio Álvarez, insistió en que Sovereign no tiene
exposición a activos subprime y que su cartera crediticia está
"básicamente limpia", por lo que afirmó que "estamos bastante
cómodos con el riesgo que estamos tomando en Sovereign".
"Otra cosa son las sorpresas futuras, pero creemos que no las
habrá porque conocemos el banco", aseguró Álvarez, que reiteró que
Santander se posiciona con la adquisición del 75% que no controlaba
de Sovereign en un "área segura cuyos criterios crediticios son
bastante conservadores".
El director financiero también aseguró que "no tiene sentido
hablar de más adquisiciones por ahora" en Estados Unidos ya que,
aunque se trata de un mercado atractivo, consideró que harán falta
dos o tres años para preparar la nueva plataforma.
El Grupo Santander, que confirmó el objetivo de que Sovereign sea
rentable para los accionistas al tercer año de su adquisición, como
en todas las compras anteriores, anunció el plan de recorte de
costes del banco estadounidense, con el objetivo de que deje atrás
las pérdidas y el próximo año vuelva a beneficios, que se elevarán a
US$750 millones en 2011.
Así, en los tres próximos años, Santander prevé reducir los
costes en US$215 millones, al tiempo que venderá 10.000
millones de dólares en activos crediticios no estratégicos y en la
cartera de valores.
Preguntado por si Sovereign podría haber sobrevivido sin ayuda
del grupo, Alvarez dijo que sí, puesto que "una plataforma de estas
dimensiones, con una buena gestión y buenos criterios crediticios
puede producir buenos retornos para los accionistas y buenos
beneficios a largo plazo".
Dejó claro que "ellos se acercaron a nosotros" para ofrecer el
capital restante del banco, aunque negó que ese acercamiento se
debiera "a cuestiones de liquidez sino del core business (el modelo
de negocio)".
El Santander insistió en que la compra del Sovereign, que se
cerrará en 2009, no perjudicará su solvencia, ya que el grupo
mantendrá el ratio Tier 1 por encima del 6%, dado que la operación
sólo le provocará una reducción de 20 puntos básicos en su ratio de
capital.
No obstante, la caída del precio de la acción de Sovereign en los
últimos meses obligará al Santander a depreciar el valor del banco
estadounidense en los libros.
Entre US$1.900 millones que se desembolsarán y US$2.900 millones ya pagados cuando alcanzó 24,44% del capital,
Santander ha invertido en el banco estadounidense cerca de US$3.800
millones.
A una pregunta sobre si el Grupo tiene ya algún plan de expansión
Alvarez dijo que "sería prematuro hablar de apertura de oficinas" y
añadió que primero hay que completar la operación y convertir al
Sovereign en una plataforma única, puesto que está compuesto por
varios bancos, con diferente modelo comercial, que ahora hay que
normalizar.
En cuanto a los activos propiedad del Grupo que prevé vender,
Alvarez dijo que las ventas "son potenciales" y no quiso entrar en
detalles, aunque sí admitió que "ya se sabe que queremos vender
Cepsa y la división de gestión de activos".