Las pérdidas históricas informadas por las isapres a septiembre pasado con cifras en rojo por más de $ 138.000 millones ya confirmaron al balance 2021 como el "peor resultado anual que ha tenido la industria", según su gremio. Ante esto, la Superintendencia de Salud monitorea al detalle "ante cualquier situación en la que tengamos que intervenir", como indicó su titular Patricio Fernández, quien advirtió que "claramente cuatro o cinco isapres están en una situación muy compleja".
Es en este escenario donde se está llevando a cabo la mayor operación de la industria en años: la compra del 100% de las acciones del grupo Colmena Salud por Nexus Chile, controlador de la isapre Nueva Masvida, adquisición que se encuentra en fase de aprobación por parte de la Fiscalía Nacional Económica. "Hemos llevado un proceso muy prolijo y eficiente. Las partes hemos colaborado en forma proactiva aportando todos los antecedentes de manera oportuna y transparente; por su parte, la Fiscalía ha sido muy profesional con un nivel de pericia técnica importante", señala Eduardo Sánchez, director ejecutivo y CEO de Nexus Chile. Sobre esta base, el ejecutivo afirma que "seguimos confiados en un proceso exitoso y en contar con la aprobación de la fusión, que nos va a permitir contar con una compañía más sólida y estable, especialmente de cara a la situación que vive la industria en relación a sus resultados, por qué se producen y los distintos escenarios que pueden darse".
Al tercer trimestre, Nueva Masvida se ubicó en el grupo de isapres menos castigadas en sus resultados al cerrar con pérdidas por $ 3.759,4 millones. "Existe una asimetría importante en los impactos. Una isapre está completamente disparada con $ 60 mil millones en contra y en la otra punta estamos nosotros. Básicamente, esto responde a que algunas estaban mejor preparadas que otras para afrontar la crisis sanitaria, el incremento de los costos técnicos y dos años sin ajuste de planes. Las distintas isapres tienen un comportamiento histórico de ajustes de precios y tendencias siniestrales que frente a una exigencia mayor como la pandemia terminan provocando resultados que no son iguales para todos", sostiene Sánchez.
Eduardo Sánchez Director ejecutivo y CEO de Nexus Chile.
-¿Cómo se preparó Nueva Masvida para este escenario?
- Veníamos trabajando intensamente. Primero, nuestros planes de salud tienen una tarifa técnica bien ajustada a la realidad, ya que tratamos de ser muy responsables con la fijación y no tratar de competir en la variable precio, práctica que aplicamos desde que tomamos el control de esta cartera y tenemos un buen control siniestral sobre los gastos de salud. Por otro lado, en el último proceso de tarifas GES de 2019 tomamos algunos ajustes de precio que nos permitieron hacer frente a costos que nadie sabía que iban a ser tan demandantes como lo han sido este año. También aceleramos procesos de eficiencia operacional bajando los gastos de administración desde 15,7% sobre el ingreso a 11,5 %. Y hemos tenido una buena relación de alianza estratégica con prestadores para controlar la utilización de las prestaciones.
-Las pérdidas a septiembre son inéditas y anticipan el peor año de la industria. ¿Cuál es su análisis de la estabilidad del sector?
- Para nosotros es una situación dura, difícil, pero no tanto como el nivel de crisis que se está pintando. Nuestra convicción es que existen causales específicas y puntuales que tienen que ver con disposiciones transitorias que debimos afrontar por la pandemia. Por eso es que aplicando la normativa legal vigente con responsabilidad respecto de los ciclos de corrección de tarifas, debiéramos volver a la normalidad.
-Pero el superintendente de salud advirtió que cuatro o cinco isapres están en una situación compleja.
- Yo no comparto la visión tan crítica del superintendente, ni vemos una situación dramática como se ha venido planteando. Cuatro o cinco isapres somos toda la industria y no consideramos que estemos en un escenario así y en Colmena tampoco, dado los resultados que tiene. Además, todas las isapres estamos cumpliendo los indicadores regulatorios de garantía, liquidez y de patrimonio; y ninguna está con un plan de ajuste de contingencia.
-¿Cuál es el nivel de gravedad?
- No vemos a la industria en una crisis como para ver la desaparición de un isapre o tener una situación de esta naturaleza. Por supuesto que si ciertas cosas se perpetúan generan inestabilidad, pero no vemos hoy que estemos en una situación de inestabilidad sistémica.
No obstante, no quiero quitar urgencia a la solución, que tiene que ser a través de la conversación con el regulador. La situación actual es consecuencia de medidas transitorias que esperamos sean corregidas rápidamente durante el primer semestre del 2022.
Reacción de las clínicas
-¿Pero el hecho que prestadores como las clínicas están en alerta por la estabilidad financiera de las isapres no es señal de riesgo de que el deterioro se acentúe?
-Lógicamente, los prestadores tienen derecho a tener algún grado de preocupación. Pero ellos no manejan la información que tenemos nosotros e interpretan una inestabilidad que no compartimos. Hemos estado en contacto con varios prestadores para contarles la situación en la que estamos y con todos ellos hemos tenido comprensión y ánimo de colaboración, con excepción de uno que ha tenido una posición distante.
Al respecto, en 2020 cuando los prestadores se vieron muy complicados con sus flujos porque la gente no podía ir por razones sanitarias, fuimos en apoyo de ellos apurando las liquidaciones y anticipando pagos.
-Algunas clínicas advierten que isapres ya están solicitando mayores plazos de pago.
-Sí, en nuestro caso hemos enunciado que es probable que nos demoremos un poco más en dar pago a los compromisos, pero siempre dentro de la normativa contractual. Y la mayoría nos ha dicho que entiende la situación y que están dispuestos a colaborar para salir todos juntos de esta situación.
- En su momento Nexus se hizo cargo de una isapre en quiebra como la exMasvida, lo cual que demuestra que esos procesos pueden pasar en la industria.
-La situación que sufrió la exMasvida y el grupo empresas Masvida fue un colapso financiero que tuvo su origen en lagestión de varios activos más allá la isapre, crisis que no tiene nada que ver con la situación actual de industria y no es comparable.
- Algunas isapres han realizado aumentos de capital importantes este año ¿Ustedes lo han hecho?
-No hemos tenido necesidad de hacer aportes de capital, pero de ser necesario por supuesto que tendremos que concurrir a ello. Hemos tenido suficiencia de activos y de liquidez, especialmente para hacer frente a todos nuestros compromisos y nuestros indicadores de patrimonio, liquidez y garantía así también lo reflejan.
Propuestas de fin de las isapres: "No hay ninguna posibilidad de que ocurra antes de cuatro a cinco años"
-¿Qué pasará si los procesos de judicialización contra la tabla de factores siguen escalando?
-La amenaza de la judicialización es prioritaria y tenemos que hacernos cargo de eso en un trabajo en conjunto con el regulador y, por la vía de la autorregulación, dar soluciones permanentes a las situaciones defectuosas de la normativa legal vigente y que generan estas incertezas jurídica. Y, de alguna manera, sensibilizar a través de un trabajo en conjunto con nuestro regulador a las Cortes respecto de cuáles son los análisis técnicos de rigor. Ahí hay un trabajo pendiente de transmitir y de educar sobre todos los procesos a los cuales tenemos que sujetarnos como parte de la normativa vigente.
-Si la judicialización no se revierte ¿puede poner en riesgo a la industria?
- La industria vivió con procesos de judicialización por los últimos diez años y nunca vimos un nivel de inestabilidad al respecto, pero la verdad es que no me confiaría. Todo este proceso de judicialización responde a un fundamento que obviamente no está bien, o a veces es claramente aprovechado por intereses de otros sectores que lucran con estas situaciones, y eso es algo que isapres, regulador y legisladores no debemos permitir.
-¿De qué manera se puede avanzar?
-Si la normativa legal vigente tiene algún defecto, tenemos que hacer un trabajo rápido, multifactorial y colaborativo con los reguladores y los legisladores para solucionar esos problemas. Uno de los grandes temas históricos que ha tenido esta industria ha sido la reforma anunciada por más de una década donde nos hacíamos cargo de los problemas de ajustes de precios, tablas de factores, la discriminación, las preexistencias y un conjunto de cosas que en el último tiempo hemos venido conversando con el regulador.
- ¿Cómo ve el hecho de que candidaturas presidenciales propongan el fin de las isapres?
- Entendiendo que estamos en un periodo electoral donde todos los sistemas de seguridad social se usan para posicionamientos políticos, me llama mucho la atención el desconocimiento de lo que promueven y ofrecen algunos sectores. Nos vemos nuevamente enfrentados a una discusión polarizada de Estado versus privados, y donde solamente algunos pocos mencionan la integración de ambos sectores para lograr modelos de gestión virtuosos que permitan dar solución a las necesidades de nuestra sociedad.
-¿Cómo ve las propuestas de las candidaturas sobre la industria?
- Una propuesta clara habla de un plan universal con seguros complementarios, modelo que abrazamos ya que permite dejar atrás los problemas del modelo actual de las isapres y tener un piso mínimo para todos los chilenos por igual. En el fondo, ese modelo ya venía discutiendo con los proyectos de reforma en Bachelet 1, Piñera 1, Bachelet y, Piñera 2, y está bastante maduro y consensuado. Eso debiera ser sobre lo cual se debería avanzar y las isapres mantener la posibilidad de colaborar con el sistema de seguridad social en salud, administrando los 7% de los chilenos. Esa teoría la abraza desde el candidato Kast hasta la candidata Provoste, pasando por Sichel.
Y luego tenemos la posición más extrema del Frente Amplio-Partido Comunista, que en un principio hablaron del término completo de las isapres, estatización del 7% y un sistema de salud público nacional. Y como siempre ocurre en estos procesos, hablan de lo que quieren, pero no sobre cómo lo van a hacer y financiar, y cómo la estructura pública va a tener la capacidad de atender a lo menos a un millón y medio de chilenos más, sin tener todavía resueltas ni la dignidad de atención ni la infraestructura necesaria. Posteriormente, en el programa de Boric se anuncia que las isapres no se eliminan, sino que se convierten en seguros de segundo piso. Creemos que es un poco más de lo mismo ya que esa solución sectoriza aún más los segmentos socioeconómicos.
-¿Qué expectativas tiene respecto de que una propuesta como esa se materialice?
- No hay ninguna posibilidad de que alguna de estas propuestas ocurra antes de cuatro a cinco años, a lo menos, porque eso tiene impacto económico. Las isapres recaudan US$ 4.000 millones, pero unos US$ 1.300 millones son cotizaciones adicionales voluntarias, por lo tanto solamente van a ir entre US$ 2.600 millones y US$ 2.800 millones de mayor inyección a un sistema que gasta entre US$ 12 mil millones y US$ 14 mil millones al año, y va a ser insuficiente. Por otro lado, existen otras reformas muy prioritarias y estamos con un proceso constituyente que, por lo menos, va a tomar un año más, y después vienen las discusiones parlamentarias. Por eso es imposible que se pueda implementar en un plazo mediato, y las cosas se van a mantener por los próximos años por la falta de factibilidad de implementar cambios y reformas tan potentes.
-¿Qué propone hacer en el intertanto?
- La invitación a nuestro sector es que ocupemos este tiempo para seguir perfeccionando por la vía de la autorregulación, e ir dándole solución a los problemas puntuales de la industria, entre ellos la amenaza de la judicialización. Y nuevamente ser muy proactivos con los legisladores, think tanks, etc. mostrando lo que otros países han hecho. No tenemos para qué inventar la rueda con modelos de centralización estatal completa que han sido fracasos totales. La participación mixta y la integración público-privada ha sido lo más virtuoso y hoy existe en muchos países de Europa muy alabados por distintos sectores políticos.
-¿Cuando habla del modelo que mantiene la cotización obligatoria de 7% se refiere a la propuesta que acaba de formular la Asociación de Isapres?
-Sí. La propuesta de la Asociación de Isapres se basa fundamenta en la comisión que desarrolló el gobierno Bachelet 2, donde participaron varias isapres y que llegó a un modelo consensuado con un fondo único que financia un plan universal de salud con el 7% completo y genera una definición de cobertura bastante específica con copagos conocidos. Y de ahí construir ofertas mejoradas para quienes quieran acceder y hacerse cargo de una buena parte de afiliados que hoy están en el sector público y que podrían tener mejores soluciones.
Próxima fijación de los precios de planes de salud:
"Perfectamente podemos estar en un ajuste en torno al 10%"
-¿Qué acciones deberían adoptar las autoridades para contener el deterioro financiero del sistema en el futuro próximo?
- Establecer los mecanismos definidos por norma y implementarlos durante el primer semestre de 2022, o antes. Los estados de resultados son al 30 de septiembre, fecha en la cual se terminó el estado emergencia y por lo tanto dejaron de mantenerse varias de las medidas transitorias, específicamente en cuanto a licencias médicas. Y también está la potestad sobre el decreto GES, que puede ser anticipado ya que esto no tiene por qué ser el próximo año.
-Tras dos años de congelamiento de reajuste en los planes de las isapres ¿qué esperan de la próxima adecuación para el periodo 2022-2023 a partir de junio?
-En base a nuestra visión que considera los incrementos de los costos de salud en 2019, 2020 y 2021, perfectamente podemos estar hablando de una ajuste en torno al 10%, especialmente por los aumentos de este año, tanto en frecuencia como en montos. Ahora, cada isapre está haciendo su propio análisis.
- Aplicar un reajuste de 10% a los planes de salud sería una decisión compleja...
- Va a ser complejo, y vamos a tener que ver cómo se va a implementar, pero la verdad es que esa es la realidad de los costos. Si se mira cuánto creció el presupuesto de la Nación en el sector salud, los incrementos fueron superiores a eso y no estamos lejos de esa situación.
-¿Cómo se concilia esa meta con el criterio de la autoridad que establecerá un límite máximo de ajuste de los planes basada en sus propios análisis del sector salud?
-Para cualquier normativa, un elemento sensible es la suficiencia de la prima para dar respuesta a los compromisos que emanan de los contratos de salud introduciendo a las tarifas la corrección técnica correspondiente.
-¿Cómo debería afrontar el sistema privado de salud en su globalidad este proceso?
- No descartaría actuar en conjunto, sobre la base de un aporte responsable de parte de los prestadores a mantener un control de los costos. No hay que descartar ninguna opción, que puede ser hasta incluso un mix entre control de costos y un ajuste tarifas hasta salir a un terreno más normalizado.
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