Herbert Spencer, accionista de Clínica Las Condes: “No hay razones para plantear que Alejandro Gil de un paso al costado”
Presente en la clínica desde sus inicios, el facultativo refuta la validez de los últimos emplazamientos formulados por otros minoritarios contra el presidente del directorio.
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Dueño de acciones equivalentes al 1,5% de las propiedad de Clínica Las Condes y ligado a ella desde sus inicios hace casi cuatro décadas, el dr. Herbert Spencer ha seguido al detalle el difícil escenario que ha vivido esa institución privada en el último año: desde el inicio del conflicto interno por el cambio en las relaciones contractuales con el cuerpo médico, el despido o emigración de facultativos emblemáticos, rotación de gerentes, las diferencias con el Estado por el pago de las atenciones a los pacientes Covid-19 y más recientemente la polémica que rodea al presidente del directorio Alejandro Gil, cuya inmunización con una tercera dosis de la vacuna fuera de protocolo desató un sumario sanitario y una querella en la justicia.
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Remarcando su independencia frente a las partes enfrentadas en esta coyuntura, Spencer está embarcado en el objetivo de que sus ideas de reforma que ha venido proponiendo para CLC en los últimos 15 años encuentren eco esta vez en el nuevo modelo que están impulsando los actuales controladores, el grupo Auguri, ligado a la empresaria Cecilia Karlezi. “Después de toda esta batahola tremenda y muy dolorosa, el gran desafío del directorio encabezado por Alejandro Gil es lanzar un nuevo proyecto médico, asunto que hemos conversado mucho. Mi concepto apunta a ampliar la presencia de la clínica prestando servicios a todo el país y procurar financiamiento para quienes no disponen de los medios reactivando, por ejemplo la Fundación CLC. La clínica tiene muchos proyectos y eso es lo que debiera venir ahora”, indica.
Pero el presente de la institución sigue marcado por los cuestionamientos a la actuación del presidente del directorio que no sólo siguen cobrado su precio en la reputación del gobierno corporativo de CLC y la percepción del mercado, sino que además escaló en los últimos días con las críticas de destacados accionistas minoritarios como los hermanos Jonás y Segundo Gómez Pacheco, que en distintas instancias han pedido a Alejandro Gil que cese en el cargo.
- Como accionista minoritario ¿considera atendible ese emplazamiento al presidente de CLC?
- No hay buenas razones para plantear que de un paso al costado; salvo opiniones sin fundamento. ¿Quién pone al presidente de la empresa?, el directorio, que está controlado por el grupo Auguri, punto. Ahora, si el tema es acusar al directorio de administración desleal y de ir en contra de los intereses de los accionistas, se deben tener fundamentos y para eso está la Comisión para el Mercado Financiero. Y nadie hoy tiene argumentos para enarbolar una acusación de ese tipo.
-Pero si Gil está bajo escrutinio público y con una querella en contra, ¿no debería el controlador poner a otra persona?
- ¿De qué es culpable Alejandro Gil? Mientras no haya un juicio emitido no voy a tomar partido. Además, las empresas no se manejan ni ponen a personas por lo que digan los medios.
- ¿No es relevante que pidan eso accionistas de la talla de Segundo y Jonás Gómez, y que este último haya además renunciado?
- No comparto para nada sus opiniones. Y cuando hablan de que la clínica está pésimamente mal administrada, ¿cómo se explican entonces las utilidades a marzo? Marcaron una diferencia brutal, y ahora estoy a la espera de los estados financieros al 30 junio, que confío en que van a ser espectaculares. Segundo Gómez es una persona muy correcta, pero los hermanos Gómez no pueden hablar de mala administración cuando ellos se han acusado de mala administración entre ellos.
- Y los impagos por $ 37 mil millones con que CLC demandó del Estado, ¿no inciden en los resultados?
- No tengo acceso a los últimos estados financieros, pero Fonasa ha dicho que tiene esos recursos y los va a pagar; entonces el tema está en cómo se valoriza, si a precio de lista o al que paga Fonasa por GRD o por Ley de Urgencia. Y entiendo que este ítem no está sobrevalorizado.
- ¿Le parece justificada la demanda civil que entabló CLC por este motivo?
- Me parece sumamente injusto que el Minsal pida las camas disponibles por causa de la pandemia –que CLC puso-, pero pagando bajo sus costos. O sea, está pidiendo automáticamente a la clínica que pierda plata.
Y yo pregunto ¿qué institución es la que tiene los mejores niveles de sobrevida en pacientes Covid? Yo no tengo dudas en que muy probablemente sea CLC.
- ¿Cómo evalúa la gestión del presidente de CLC?
- Yo conozco a Alejandro Gil hace muchos años, pero mi visión es completamente independiente, él sabe que lo critico en algunas cosas y lo apoyo en otras. Es una persona muy bien intencionada y no tengo ninguna duda que él quiere transformar a la clínica en la empresa que debiera ser, sana financieramente. Luego de años de administraciones en las cuales CLC estuvo al borde la quiebra con un nivel de endeudamiento tremendo, él y Cecilia Karlezi decidieron tomar el control, y están arreglando la clínica, que tiene una ocupación sobre el 80%, ha mejorado su tecnología y tiene isapres que quieren hacer convenios con ella.
- ¿No cambió su impresión de él con el episodio de la tercera dosis de la vacuna donde terminó acusado de “saltarse la fila”?
- Cuando se lanzó el programa de vacunación se dijo que en, primer lugar, está la gente de la tercera edad y con patologías asociadas, grupo al cual pertenece exactamente el sr. Gil, por lo tanto, él no se saltó la fila en el proceso de vacunación, porque está en el primer lugar de ella.
- Pero el accedió a la dosis directamente aprovechando su posición en la clínica.
- Se inventó que llegó al laboratorio con una actitud matonesca. Eso es falso, él no amenazó a nadie, y fue a vacunarse luego que su médico tratante le señaló que debería ponerse una tercera dosis lo antes posible ya que sus anticuerpos estaban bajísimos. El no le ha quitado nada a nadie, esa es una mentira. El problema son los protocolos y la forma en que actúa el Minsal.
-¿En qué fallan los protocolos, a su juicio?
-No hay que perder de vista la seguridad del paciente, que está primero y antes que los protocolos -que son medidas para hacer eficiente un determinado objetivo médico que es vacunar a la gente-, pero también es necesario estar conscientes de que hay un montón de gente que va a quedar insuficientemente inmunizada. ¿Quién los van a pesquisar?. Entonces, denles la prerrogativa a los médicos para que apliquen la tercera dosis, ya que si hay motivos médicos de una situación de inmunidad deteriorada existe el derecho legítimo a exigir la vacuna. Y eso es lo que ha pasado acá.
La migración de médicos
-Uno de los temas importantes de este tiempo en CLC ha sido la emigración de médicos ¿no es esto dañino para la clínica?
-Claro que es lamentable, y siento que grandes amigos y personas se hayan ido de la clínica. Pero los doctores que se han ido lo han hecho por no estar dispuestos a seguir las directrices del directorio, que es el que tiene que decidir qué principios se respetan y qué estilo de medicina se quiere llevar adelante. Muchos enarbolaron el hacha de guerra en contra de la administración, y el comité ejecutivo -que es una institución para unir a los doctores y hacer una gestión profesional y eficiente-, fue ocupada como centro para organizarse contra la administración. ¿Qué sentido tiene que en una organización donde los médicos son dueños de una parte de ella estén haciendo una asociación gremial? Eso declara el conflicto de intereses que tenían los médicos con la empresa.
-¿Ve necesario tomar medidas para poner fin a la salida de facultativos de la clínica?
-Este es un cambio generacional dentro del aparato profesional que tiene que ocurrir y que pasa en todo orden de cosas; la gente pasa y las instituciones quedan. Y a un controlador o lo ayudas o mejor ándate para otro lado, es así de simple. Entonces, si me quedo en CLC trato de ayudar, ya que ahora hay un cambio mayor en la dirección de la empresa y la gran mayoría de la gente ha entendido eso.
-Pero en este tiempo han quedado muchos heridos en el camino.
-Es claro que ha quedado un ambiente ingrato de desconfianza, pero confío en que eso se va a solucionar y va quedar en el pasado.
-También hay casos en los cuales la administración puso término a los contratos de arriendo a médicos de destacada trayectoria, como es el caso del dr. Andrés Larach, ex director de CLC en dos ocasiones y sobrino nieto de uno de los fundadores.
-A Andrés Larach le tengo mucho aprecio y fui muy amigo de su padre. Yo no lo habría despedido, no estoy de acuerdo en todo lo que ha hecho Gil y yo no estoy de acuerdo en la forma en que ha hecho algunas cosas; él tiene una forma de ser muy apasionada y un carácter impulsivo.
-¿No son esas otras razones que hacen recomendable que otra persona asuma la presidencia?
-Él tiene una dedicación al 500% a clínica, y las decisiones que ha tomado y los resultados muestran que lo ha hecho bien, por ejemplo, terminando con una serie de prebendas de los doctores que han tenido a la clínica al borde la quiebra. Esto ha sido duro, penoso, pero ha sido necesario.