Enrique Paris por crisis de isapres: “La ministra de Salud no tuvo claridad para ver la gravedad de esta situación”
Junto con remarcar que la demora de las autoridades agravó la situación del sistema, extitular del Minsal dice que ahora la prioridad tras el fallo de la Corte Suprema es “evitar la quiebra y el abandono de los afiliados”.
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Entre las múltiples tareas que asumió durante un año y nueve meses al frente del Ministerio de Salud en plena pandemia, el dr. Enrique Paris encabezó la tarea de resolver un conjunto de falencias en la operación de las isapres, entre ellas establecer un nuevo modelo para el reajuste de los precios de los planes base, uno de los puntos más críticos de ese sistema por la resistencia que provoca en los afiliados y la consiguiente ola de recursos ante los tribunales.
Con la Superintendencia de Salud como ente a cargo, la solución fue una modalidad de cálculo que fijó un parámetro máximo de incremento anual de 7,6%, buscando así dar límites y credibilidad a la adecuación que antes las isapres proponían unilateralmente. Y tras su aprobación en el Congreso el año pasado, la fórmula rigió el procedimiento para el período 2022-2023.
Pero el jueves pasado, la Tercera Sala de la Corte Suprema entregó su esperada sentencia para un grupo de recurso de protección contra alzas de planes, la cual, en definitiva, sentó jurisprudencia para todo el sistema ordenando paralizar en general las adecuaciones de precios e instruyó a la superintendencia a que inicie un nuevo proceso.
“Este fallo realmente me sorprende. Primero, porque si bien acoge la petición de 12 casos que acuden a la justicia, finalmente se amplía a todos los cotizantes de las isapres, lo cual es inédito y preocupante”, señala Paris. Además, enfatiza que anula un acuerdo en torno a un mecanismo de reajuste “basado en evidencia que fue aprobado por unanimidad en el Congreso -y que además implicó paralizar el alza de planes durante dos años en relación al tema de la pandemia-, pero que la Corte Suprema no encontró suficiente". Al respecto, considera que esto representa "una señal peligrosa y dudosa para más de tres millones de beneficiarios del sistema".
-Pese al marco de adecuación que estaba implementado, el fallo cuestionó duramente la actuación de las isapres en este proceso...
-No quiero defender a las isapres -que han cometido errores y respecto de las cuales el fallo dice que no fueron claras en explicar por qué motivo llegaban a ese nivel de alza de los planes-, sino a los pacientes que van a quedar sin cobertura.
-¿Cuál es el efecto que tendrá el dictamen para las isapres?
-Es evidente que para el sistema de aseguramiento privado de salud es una situación altamente delicada, inconfortable, sorpresiva, porque estaban esperando mucho este fallo que tiene elementos muy comprometedores para su viabilidad.
-¿Cuál será el mayor impacto?
-La mayor preocupación no son los dueños de las isapres -como quieren trasmitir los que se oponen al sistema de salud privado- sino los más de tres millones de beneficiarios que van a quedar en la indefensión si éstas quiebran de la noche a la mañana. En ese caso, tendríamos a 400 mil personas que tienen cobertura GES y 380 mil adultos mayores; o sea, más de 780 mil personas que quedan en el limbo. La autoridad tiene que responder qué va a hacer con esas personas. La ley dice que los afiliados pueden ser absorbidos por otras isapres, pero eso demora y hay un período de hibernación durante el cual van a quedar abandonados.
Y otro tema sumamente importante, que no se ha tocado, es que si isapres quiebran, ¿quién va a pagar las licencias médicas?
-Con el proceso a fojas cero ¿qué incógnitas debe despejar la autoridad para iniciar uno nuevo?
-La ley dice que las propuestas de adecuación deben ser presentadas en marzo para ser implementadas en junio. Coincido con quienes dicen que esto probablemente significa que las isapres no van a poder reajustar sus planes durante 2022 y va a ser un tercer año con incapacidad de aplicar estos ajustes, no obstante están basados en parámetros que los legisladores aceptaron.
-Exautoridades, expertos y el propio gremio de las isapres, estiman que un escenario de quiebra es inminente ¿cuál es su diagnóstico?
-Calificaría la situación como llena de incertidumbre y falta de claridad en las metas y líneas específicas dictadas por la autoridad, o por lo menos delineadas. Aquí debió haber habido continuidad conversando con las isapres y el Fonasa. Es responsabilidad de la autoridad sanitaria, de la autoridad política, de la Superintendencia, dar estabilidad al sistema y señales de que se va seguir trabajando en conjunto.
El papel de la autoridad
-El fallo radicó la responsabilidad de rearmar el proceso en la superintendencia ¿en qué plazos y sobre qué bases debería conducir una nueva adecuación?
-El “tiempo prudente” que estableció la Corte Suprema me parece sumamente peligroso; hubiese sido mejor dar un plazo definido. El fallo dice que no solo hay un problema en las isapres, sino también que la superintendencia probablemente no fue suficientemente transparente o efectiva en verificar las exigencias que éstas debían cumplir para aplicar el reajuste. El responsable de vigilar el cumplimiento de eso es la Superintendencia de Salud. Hay que recordar que el actual superintendente (Víctor Torres) votó a favor del cálculo de 7,6% cuando fue diputado. Pero ahora cuando se hizo la modificación (al rechazarse los recursos de las isapres luego de no que no se autorizó el alza) soslaya su responsabilidad diciendo que es la Intendencia de Prestadores la que modificó las reglas de juego, lo cual me parece grave.
-¿Cómo evalúa el papel jugado por la Superintendencia de Salud?
-El propio dictamen dice la superintendencia tampoco ha cumplido. Se dejó estar y no vio la gravedad del problema.
-Sin embargo, la entidad ha sido clave para dar forma a la mesa de trabajo con las isapres encabezada por la ministra María Begoña Yarza.
-La ministra de Salud dejó pasar mucho tiempo, no tuvo claridad para ver la gravedad de lo que estaba sucediendo ni para tomar el peso de esta situación. Pero eso demoraron tanto en escuchar a las isapres que pidieron reuniones en forma reiterada durante mucho tiempo, porque veían venir este escenario. Y ahora ante un desastre dada una eventual pérdida de cobertura para tres millones de personas -entre cotizantes y cargas-, se apura a reunirse con ellas cuando se está con el agua al cuello, no solo las isapres, sino también la propia autoridad sanitaria como responsable de que los ciudadanos tengan una buena atención de salud.
"La ministra de Salud dejó pasar mucho tiempo, no tuvo claridad para ver la gravedad de lo que estaba sucediendo ni para tomar el peso de esta situación".
-¿Ve viable que esa mesa logre estructurar una salida a la crisis?
-Aparentemente, la reunión del jueves fue muy positiva y hay que reconocer la buena actitud de la autoridad sanitaria. Pero saliendo del encuentro conocieron el fallo de la Corte Suprema, que representa un golpe de gracia que abrió un flanco terrible no previsto.
-Desde ahora, ¿cuál debería ser el énfasis de ese diálogo?
-Me parece evidente que esta nueva reunión tiene que ser conducida a tomar medidas para evitar, por así decirlo, la quiebra y el abandono en el que quedarían los afiliados. La apertura me parece positiva, pero tiene que ir acompañada de anuncios que den tranquilidad a la población beneficiaria de las isapres. Eso es lo que esperamos.
Eso es lo que esperan también las sociedades científicas, que acaban de publicar una carta señalando que ojalá las escuchen, acojan o puedan ser invitadas a este diálogo. Tienen que ser escuchadas, porque ellas tienen la evidencia.
-¿Cuál es el rol que le cabe al estamento de profesionales de la salud en la búsqueda de soluciones para la crisis de las isapres, especialmente el Colegio Médico?
- Como decía Clotario Blest, en general los gremios no deben meterse en política, y los gobiernos no debe meterse en los gremios. Pero en este caso, el Colegio Médico ha guardado un silencio brutal, una falta de compromiso con los médicos que trabajan en el sistema privado y con más de tres millones de pacientes o de beneficiarios del sistema privado, que realmente llama la atención. O sea, una vez más, demuestra el sesgo político o de tipo ideológico. Quizás el doctor Bernucci (secretario general del Colmed) ha sido el único que ha sacado la voz, pero pareciera que el presidente está afónico. Eso me llama profundamente la atención.
Los rumbos de la reforma a la salud
-¿Qué repercusiones tiene la actual crisis de las isapres en el proceso de reforma a la salud que definió el actual Gobierno?
-Se encontraron ante esta situación peligrosa, muy grave para los pacientes, en circunstancias que ellos actuaron como si ya todo el aporte de 7% en salud fuera a ir destinado a un fondo común y ya hubiese ganado el Apruebo, lo cual es un error garrafal. Encima de eso, veo muy poca claridad en la superintendencia y el Ministerio de Salud, y además azuzado por el director de Fonasa que dijo que las isapres iban a desaparecer del mapa. ¿Cómo dicen eso sin tener un plan alternativo para cubrir las necesidades de los beneficiarios?
Entonces, ahora que nos enfrentamos al riesgo de una pérdida de atención de salud para más de tres millones de personas, ver si vamos o no a un sistema único creo que no es lo adecuado, sino que es absolutamente peligroso, inadecuado e injusto.
-A su juicio, ¿cómo debiera conducirse ese proceso en las actuales circunstancias?
-Hay que hacer reformas, eso nadie lo niega, pero hay que hacerlas de forma progresiva, pensar bien todas las cosas. No lanzar estos cambios tan bruscos, ni crear un desastre de la noche a la mañana, una especie de Transantiago, ese es el punto.
-La noción de que las isapres van a desaparecer como las conocemos ahora se mantiene firme en el Gobierno y en amplios sectores políticos…
-Yo no creo que las isapres tengan que desaparecer, sino que hay que hacer una reforma. Y no hay que pensar en los dueños de las isapres, sino que el centro de la atención tiene que estar en el paciente que van a quedar sin cobertura. ¿Dónde van a ser atendidos, en el sistema público?. Hay un atraso en las listas de espera generales con más de 2 millones personas, más de 350.000 personas esperando cirugía, de más de 60.000 personas por atención odontológica? Las listas de espera no han bajado en este Gobierno, que tuvo que trasparentar que éstas han aumentado durante los primeros seis meses.
-¿Ud. considera que estaban las condiciones para avanzar en la disminución de las listas de espera por atención de salud este año?
-Nosotros dejamos un presupuesto bastante importante para tratar de disminuir las listas de espera. Yo sé que eso no es fácil hacerlo de la noche a la mañana, pero ellos nos criticaban y ahora se encuentra ante la situación muy negativa de aumento de las listas de espera a pesar de que la ocupación de camas UCI se ha mantenido estable gracias a nuestra exitosa campaña de vacunación. Es decir, tienen más margen para crecer, porque tuvimos que ocupar camas, incluso pabellones y salas de recuperación, para tratar a los pacientes Covid. Y ahora que tienen eso libre, porque hay mucha menor ocupación de camas, no están bajando las listas de espera.