Empresas de hospitalización domiciliaria crean su primer gremio y alertan riesgos por la crisis de las isapres
Presidente de Achisad advierte que la ralentización en cadena de pago desde las aseguradoras se ha hecho sentir en el rubro de home care, poniendo incertidumbre al activo crecimiento de los últimos años.
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La hospitalización domiciliaria es una de las especialidades en salud de mayor crecimiento en muchos países y donde destacan las experiencias de Estados Unidos y España.
Y Chile está siguiendo rápidamente esa tendencia. Prueba de ello es que las atenciones en este segmento ya sumaron más de 3.200 pacientes en 2022 en el ámbito privado, escenario propicio para que seis empresas de home care formaran la primera asociación gremial con el objetivo de promover sus beneficios para la calidad de vida de los pacientes, la contención de costos para el sistema y la descongestión de la infraestructura de la red de salud.
“Existe una preocupación muy grande por el escenario actual de incertidumbre de las isapres y qué va a pasar con nuestros pacientes. Hoy ese es el principal foco de preocupación”.
Integrada por las firmas Medic Home, Aconcagua, Peter Swuan, Sirak, San Juan de Dios y Teveuci, Asociación Chilena de Instituciones de Salud Domiciliaria y Servicios Afines (Achisad) quedó presidida por Diego Hurtado, quien destaca la importancia adquirida por este sector, especialmente para la atención a unos 800 pacientes crónicos de larga estadía en camas críticas e intermedias, liberando así un porcentaje significativo de capacidad para los sistemas de salud público y privados que actualmente suman del orden de 2.600 unidades.
“La hospitalización domiciliaria reincorpora precozmente al enfermo a su entorno habitual al lado de su familia, disminuye los efectos nocivos de la hospitalización prolongada y la probabilidad de hacer infecciones intrahospitalarias, optimiza el uso de las camas de la red de salud y reduce los costos de hospitalización en niveles de 70% mediante la utilización racional de los recursos", indica Hurtado, quien estima que esta especialidad permitió liberar unos 64 mil días-cama el año pasado.
Achisad estima que del total de pacientes que reciben anualmente hospitalización domiciliaria en Chile, un 60% corresponde a adultos y un 40% a niños. Y entre las prestaciones más demandadas están los tratamientos antibióticos endovenosos, ventilación mecánica invasiva y no invasiva, neurorrehabilitación, nutrición parenteral y cuidados paliativos de mediana complejidad. Pese al desarrollo alcanzado, Hurtado indica que “estamos a años luz de los países desarrollados, ya que mientras aquí 400 pacientes por cada millón de habitantes son atendidos bajo esta modalidad, en España se atiende a cuatro mil”.
Si bien el gremio considera que el rubro de home care tiene los fundamentos necesarios para lograr un sostenido crecimiento en el país, su presidente alerta sobre la exposición al riesgo en el ámbito financiero si se prolonga o profundiza la actual crisis de las isapres como brazo asegurador del sistema. “Se ha hablado mucho de las implicancias para clínicas, centros médicos o los propios médicos, pero hasta hoy no se ha visibilizado la importancia para la hospitalización domiciliaria y sus pacientes que dependen de las isapres para financiar las atenciones”, resalta.
-¿Cómo se ha manifestado la crisis de las isapres entre los prestadores de home care?
- En algunas isapres en particular, hoy existen algunos atrasos en los plazos de pago, lo que para nuestras empresas -muy intensivas en capital y profesionales de la salud-, genera problemas no menores. Como empresas de hospitalización domiciliaria tenemos prácticamente los mismos problemas de cualquier prestador, llámese clínicas o centros médicos, por el abultamiento de las deudas de alguna isapre o el aumento de los plazos de pago, que para efectos prácticos es lo mismo.
-¿Se han producido términos de convenios como ha sucedido entre algunas isapres y clínicas?
-No, porque se trabaja de una manera distinta, muy de la mano de la isapre y sobre la base de una autorización previa de las direcciones médicas; por lo tanto opera de una manera distinta.
-¿Cómo ve la industria la posibilidad de que los problemas de las isapres siga o se profundice ?
- Sin duda, existe una preocupación muy grande por el escenario actual de incertidumbre de las isapres y por no saber cómo se sigue para adelante y qué va a pasar con nuestros pacientes. Para nosotros, ese es hoy el principal riesgo y nuestro gran foco de preocupación.
-¿Cuál es la importancia de las isapres para el funcionamiento de la hospitalización domiciliaria?
-Todos estos pacientes son financiados por su isapre, y si éstas llegan a tener mayores problemas o de alguna manera llegan a desaparecer, al menos 800 pacientes crónicos tendrían que volver a una clínica o un hospital. Y hoy el sistema no está preparado para recibir ese número de pacientes de larga estadía que requieren camas críticas o intermedias, y que equivaldrían a un 30% más de personas que demandarían una capacidad de atención no disponible.
-¿Comparten el diagnóstico de que el futuro de las isapres se está jugando en estos meses?
- Sin ninguna duda. Nosotros estamos convencidos de que mientras más tiempo dure la incertidumbre, más complejo se torna el tema, y estamos esperando ansiosamente que la situación actual de las isapres se regule. En todo orden de cosas, y especialmente en el tema de la salud, ir desarrollándose con incertidumbre sólo genera perjuicios a nivel del sistema. Consideramos muy importante que exista claridad para los prestadores a la brevedad.
-¿Qué consultas están recibiendo de parte de las personas que atienden?
-Muchos pacientes y sus familiares nos han planteado su incertidumbre y miedo ante el futuro de las isapres, porque si llegaran a desaparecer claramente sería un problema gigante para ellos que, en general, no se ha visibilizado en la discusión.
-¿Cómo ve la situación general del sistema de salud privado?
-Más allá de mi rol en Achisad, hay que considerar que en serie de clínicas alrededor del 50% de sus pacientes son de Fonasa, los cuales van a tener que volver a atenderse en hospitales públicos si las isapres quiebran, desaparecen o no existe la certeza sobre su funcionamiento.
-¿Cuál debería ser el eje de las soluciones?
- En adelante, requerimos cautelar y tener certeza del financiamiento de las prestaciones de hospitalización domiciliaria. Estas empresas no son corporaciones con grandes espaldas, y si de alguna manera se corta el financiamiento a sus prestaciones, en poco tiempo van a estar muy complicadas. Es necesario entender que hay pacientes cuyas atenciones no son baratas, por lo cual sin financiamiento los principales perjudicados van a ser ellos. Por eso, esperamos que pronto se vaya normalizando este tema. Y si el financiamiento está asegurado y existe certeza en las reglas del juego, esto ya dejará de ser un problema.