Clínica UAndes lanza Centro de Cáncer que será uno de los ejes de su crecimiento futuro
En el mayor proyecto desde su creación, la institución de salud desarrolló su nueva unidad para la atención integral de esta enfermedad con inversiones en torno a US$ 11 millones.
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Tras compartir con el resto de los prestadores privados los esfuerzos del sistema de salud del país para hacer frente a la pandemia y abordar ahora la progresiva vuelta a la normalidad, la Clínica Universidad de los Andes lanzó el principal proyecto desde su partida en 2014: el nuevo Centro de Cáncer.
Para abordar esta enfermedad, que es la segunda causa de muerte en Chile, la institución privada instaló en el quinto piso de su sede de San Carlos de Apoquindo el complejo que brinda una completa gama de atenciones en oncología, centrada en tratamientos de quimioterapia, inmunoterapia, cirugía y medicina de precisión.
“Esta es un área neurálgica en la cual estamos focalizados en poner al paciente en el centro con una atención de excelencia, integral y personalizada con terapias innovadoras; además de fortalecer los cuidados paliativos en los casos que corresponda para ofrecer una mejor calidad de vida”, indicó Sergio Correa, director de Desarrollo de la Clínica Universidad de los Andes, quien detalló que la implementación completa de este centro implicó una inversión de 300 mil UF (unos US$ 11 millones) para la habilitación de un total de 1.400 metros cuadrados.
Entre las instalaciones, destacan sus 12 habitaciones dedicadas exclusivamente a la hospitalización oncológica; un área especial para la permanencia de pacientes inmunodeprimidos; una zona para la atención de quimioterapia ambulatoria con seis unidades habilitadas e instalaciones como una sala especializada en la preparación de medicamentos.
"Este centro permite tener un solo lugar para desarrollar los tratamientos más idóneos para cada patología, con todas las medidas de seguridad y trazabilidad pertinentes, sumado a un seguimiento y acompañamiento a los pacientes acorde a nuestro sello de trabajo", resalta el ejecutivo.
Otra prioridad fue el fortalecimiento de la capacidad de diagnóstico, para lo cual este centro adquirió equipos de última generación como un PET/CT digital Philips y mamógrafo con tomosíntesis, además de renovar su la plataforma de diagnóstico digestivo -básicamente en endoscopía- y los procedimientos intervencionales.
“A futuro, vemos que del orden de un 20% de la actividad de la clínica podría corresponder a oncología en sus diferentes especialidades en el mediano plazo, por lo cual esta iniciativa es muy relevante para su desarrollo”, indicó Correa. Al respecto, destacó como uno de los ejes la “tríada compuesta por la actividad asistencial, los estudios clínicos y la docencia e investigación de Universidad de los Andes, ya que la unión de esos elementos nos permite estar en la punta dando una solución más integral a nuestros pacientes aportando una visión global y de más de largo plazo de sus problemas de salud”.
Desarrollo médico
Junto con recordar que el cáncer ya es la principal causa de mortalidad en siete regiones y en pocos años escalará a la primera causa de muerte en el país, el director del nuevo centro, dr. Francisco López, enfatizó que la complejidad de esta enfermedad “requiere un trabajo multidisciplinario -médicos oncológicos, equipos quirúrgicos, servicios de exámenes, radiología, anatomía patológica, etc.- además de un tratamiento paliativo integral, entre otras atenciones”.
Como evidencia de este concepto, explica que en la unidad "todo está integrado y, por ejemplo, nuestros enfermeros pueden dar apoyo a las áreas de quimioterapia ambulatoria y de hospitalización, como también para nuestros pacientes oncológicos quirúrgicos".
En el equipo de facultativos figuran cuatro oncólogos médicos, en tanto el área quirúrgica cuenta con coordinadores en las distintas especialidades –digestiva alta y baja, pulmón, mama, urología, ginecología, neurocirugía, cabeza y cuello, etc.– con lo cual el centro suma del orden de 50 médicos participantes. "Contamos con un grupo de oncólogos con alta exposición a pacientes complejos, y parte importante de los especialistas se ha formado en centros internacionales. Pero los doctores haríamos bastante poco si no contamos con un equipo en enfermería, y en el centro hay una estructura –encabezada por un enfermero jefe- que considera enfermeras de apoyo y también una enfermera dedicada a los programas preventivos", subraya López.
En la primera etapa, el centro potenció principalmente los programas para el cáncer de colon, mama y pulmón. Y estas tres áreas también representan de los focos de las estrategias de prevención que son centrales en su misión. “Están dentro de los tumores más frecuentes entre los chilenos, y pensamos involucrar otros tres programas el año que viene”, indica López, quien añade que otra de las líneas de trabajo relevantes es la evaluación de familias con patologías hereditarias.
“Para los estudios genéticos, tenemos un programa a cargo de una genetista que junto al equipo clínico trabaja en la interpretación de los exámenes. Y desde hace un año tenemos un convenio con la firma española Sistemas Genómicos, lo cual aparte de completar nuestros estudios afuera, nos permite analizar en forma ampliada las características genéticas de la población bajo evaluación”, dice López.
Además, el centro cuenta con el apoyo del instituto de investigación local Bradford Hill, especializado en nuevas terapias y fármacos contra el cáncer.
El directivo destaca que el lanzamiento de este centro "está demostrando que la clínica está madura en cuanto a sus niveles de complejidad, pasando definitivamente a las ligas mayores en este campo".
-¿Cuáles son las principales líneas terapéuticas del Centro de Cáncer?
-Nuestros oncólogos probablemente sean quienes tienen más experiencia en inmunoterapia, nueva modalidad terapéutica que potencia la defensa de la persona para que pueda enfrentar el tumor y con la cual la oncología ha dado un vuelco en los últimos años. En eso contamos con toda la tecnología, no solamente la disponible en el mercado, sino que también el trabajo en ensayos clínicos con los nuevos tratamientos que están por ser identificados como consolidados. Y desde el punto de vista de la cirugía, donde nuestros especialistas en las distintas áreas cuentan con toda la tecnología en oncología quirúrgica. En cuanto a la radioterapia, es lo único con lo que no contamos en este momento físicamente en el centro, pero sí tenemos un convenio con un instituto de radioterapia Iram, donde se llevan a cabo los tratamientos.
-¿Cuál es el aporte que posibilita la relación con la Universidad de los Andes?
-Para nosotros el cáncer es un proceso. Este es un centro oncológico que está junto a una universidad y a la investigación aplicada en los pacientes. Entonces, eso nos permite identificar precursores y factores de riesgo asociados. Hoy en cáncer se puede identificar una mayor predisposición a desarrollarlo desde el punto de vista genético, y tenemos un programa que permite hacer una evaluación directa de la persona y sus familiares, estableciendo conductas de vigilancia o de diagnóstico precoz. Esto, dentro de un proceso en donde podemos identificar desde las alteraciones iniciales al tumor más avanzado. Y otra característica importante para nosotros es la seguridad, nuevamente con el respaldo de la universidad en un centro de docencia e investigación donde todo debe estar protocolizado.