Bupa prepara salto en digitalización tras acuerdo con Microsoft y duplicará atenciones de telemedicina en 2022
Tras el repunte de las videoconsultas en pandemia, el grupo proyecta que esa modalidad pasará a representar un 25% de las atenciones como parte de una transformación global que incluye la migración de sus sistemas a la nube y futuros programas interactivos de salud.
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Entre la serie de desafíos que implicó enfrentar la pandemia, el grupo Bupa aceleró el año pasado su proceso de transformación digital posibilitando avances como el aumento exponencial de las atenciones por vía remota. Es así que a lo largo de la pandemia, las videoconsultas saltaron desde niveles de 500 diarias a inicios de la crisis del coronavirus a más de 1.000 en la actualidad, para totalizar del orden de 155 mil al cierre de 2020.
Desde esta compañía -que agrupa a la Isapre Cruz Blanca, la red de servicios ambulatorios IntegraMédica, Bupa Seguros y a cuatro clínicas- señalan que en este proceso se hicieron desarrollos en telemedicina que usualmente habrían tomado tres años en apenas tres meses, y destacan que el principal aprendizaje fue la exigencia de rapidez en la implementación de las soluciones. Como resultado, las atenciones por vía remota ya representan el 10% de las consultas, y las proyecciones del grupo son que esta modalidad llegue a niveles de 25% hacia fines del próximo año, proyecta Brenda Herrera, gerenta corporativa de Marketing y Transformación Digital de Bupa Chile.
"Estimamos que deberíamos llegar a esos niveles tanto en términos de composición, como en cuanto a números absolutos, que también van a seguir creciendo al ir atendiendo a cada vez a más pacientes. No vemos las videoconsultas como algo distinto a las consultas presenciales, sino como parte de un viaje del paciente donde todas estas modalidades de atención están integradas y ofrecen valor", explicó la ejecutiva, quien detalla que más de 200 médicos de IntegraMédica de 53 especialidades ya vienen operando con esta modalidad de atención remota.
Y este año, Bupa potenciará la implementación de su estrategia digital a partir de un acuerdo cerrado con Microsoft, y que en una primera instancia está modernizando sus sistemas llevándolos a la nube Azure. "El valor de esto es, por un lado, ocupar nuestra tecnología de clase mundial para cambiar ciertas tecnologías que actualmente tiene Bupa y, además, ocupar las capacidades de seguridad, elasticidad y de funciones avanzadas que les permiten a los equipos de administración facilitar sus tareas", indica Paloma Ríos, Directora de Servicios Públicos de Microsoft Chile.
"Una vez que termine el proceso de migración a la nube en el que todavía estamos y que va a durar varios meses, nos permitirá tener sistemas de soporte automático que posibilitará tener respaldos inmediatos ante una amplia gama de situaciones", precisa Herrera.
Las siguientes etapas apuntan a objetivos como potenciar las capacidades de interoperabilidad de sistemas y de desarrollar aplicaciones de analítica descriptiva y predictiva mediante protocolos de industria como FHIR (Fast Healthcare Interoperability Resources). Asimismo, las herramientas de Microsoft aportarán capacidades de cómputo masiva para realizar sanálisis profundos de la información para poder calcular nuevos indicadores médicos en beneficio de los pacientes", agrega Ríos.
Los desarrollos en la mira
En este ámbito, el grupo de salud ya ha venido marcando nuevos estándares en la industria con el desarrollo de la app MiBupa, plataforma que integra prestadores y aseguradores. "Puedes tomar tus exámenes en IntegraMédica, realizar una cirugía en la Clínica Bupa Santiago y tramitar tu licencia con Cruz Blanca. Y también permite que, tanto pacientes de Fonasa como de otras isapres, se atiendan con nuestros prestadores", explica Brenda Herrera, quien detalla que esta herramienta incorpora innovaciones como una carpeta personal de salud a través de la cual los pacientes tienen acceso directo a todo su historial clínico y son dueños de esa información bajo altos estándares de confidencialidad de los datos.
Ahora desde las nuevas posibilidades que ofrecen las tecnologías de Microsoft, Bupa está abordando el diseño de programas integrales de salud basados sobre funciones interactivas que potencien la relación entre especialistas y pacientes de tiempo real, los cuales tienen como precedentes los sistemas que ya ha implementado el grupo en el mundo, como es el caso de la plataforma Salud Conectada implementada en España. "Por ejemplo, pronto va salir al mercado el programa Mamá Bupa, y nuestro desafío es ir poniendo más programas donde todo está integrado bajo un paraguas de atención multicanal. Esperamos tener materializado, al menos, en un programa a fines de 2021 y espero que en 2022 vengan muchos más", indica la ejecutiva.
A mediano plazo, la hoja de ruta tiene previsto el despliegue de funcionalidades que están marcando la transformación digital de la medicina a nivel internacional, como es el caso de exámenes a distancia gracias al uso de dispositivos de monitoreo de indicadores de salud del paciente mientras se encuentran en sus hogares. "Estamos en proceso de definir cuáles son los indicadores que controlaremos a distancia, dónde los vamos reflejar, quienes los va a ver y, de acuerdo a eso, diseñar el viaje. No es solo tecnología por la tecnología midiendo, por ejemplo, los niveles de presión arterial reflejados en la app, sino que el concepto es tener varios programas implementados e integrados que permitan funciones como una alarma de recomendación de consulta", señala Herrera. Añade que hacer realidad estas prestaciones en el país "es uno de los objetivos para el corto plazo que tiene nuestra matriz, y de todas maneras antes de finalizar el próximo año".
En estas futuras etapas jugarán un papel relevante los procesos analíticos basados en Inteligencia Artificial, los cuales permitirán acciones como sugerir acciones médicas a partir de hallazgos desde dispositivos "vestibles" integrados a la app MiBupa, como también para establecer nuevos niveles de interoperabilidad mediante protocolos de salud que posibiliten la integración, incluso, de actores complementarios a la red en un ecosistema de servicios de salud.