La Polar arremeterá legalmente contra Adidas y Under Armour, mientras resiente daño a su imagen empresarial
“Disponer legítimamente de marcas exclusivas a grupos menos privilegiados es resistido por los incumbentes”, afirmó un director de la multitienda.
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Los ánimos están caldeados al interior de La Polar y la postura es firme. Las disputas con las marcas deportivas que las denunciaron por vender artículos falsificados se resolverán en tribunales.
Fuentes cercanas a la multitienda cuentan que están preparando una ofensiva legal en distintas aristas. En La Polar insisten que todas las prendas que comercializan son originales, por lo que demandarán a Under Armour y Adidas por los perjuicios causados, además de acusarlas por competencia desleal.
Al cierre de esta edición, los planes de La Polar eran ingresar la primera demanda, en contra de Under Armour, la tarde de este lunes, según confirmaron conocedores del caso. Más adelante será el turno de la acción contra Adidas.
La multitienda ha declarado que las marcas deportivas no quieren que entre otro competidor al mercado con menores precios. Así lo reafirmó uno de los directores de la compañía, Sergio Guzmán, a través de su cuenta de Linkedin. “Disponer legítimamente de marcas exclusivas a grupos menos privilegiados es resistido por los incumbentes, que se resisten con cualquier medio, legítimo e ilegítimo”, escribió.
Según ha argumentado La Polar, compran directamente a fábricas autorizadas para comercializar los productos y, por este canal, importan saldos, es decir, prendas que no se alcanzan a vender o que sobraron de temporadas pasadas, lo cual defienden como totalmente legal.
El daño a la imagen
Más allá de lo que determinen los tribunales, los directivos y ejecutivos de La Polar están particularmente molestos por el daño hacia la imagen de la compañía y los problemas que las acusaciones les han causado con sus proveedores, socios y también empleados, que ya se habían mostrado preocupados por su fuente de trabajo luego de que la justicia ordenara el pago de la deuda que la empresa sostiene con AFP Capital, en relación a la demanda por indemnización de perjuicios por el fraude de las repactaciones unilaterales de 2011.
El daño reputacional fue algo destacado por Humpreys al momento de bajar la calificación de La Polar de “B+” a “B”. “Uno de los principales activos intangibles de las empresas del comercio dice relación con el valor de su marca el cual, dependiendo de su prestigio, incide en un menor o mayor nivel de ventas”, escribió la clasificadora.
Agregaron que las acusaciones actuales implican “un retroceso respecto a los esfuerzos que había realizado la administración para reposicionar el nombre en la última década y dejar atrás su asociación con situaciones que la afectaron el 2010 y que continuaron teniendo repercusiones posteriores”.
A estos frentes, se suma que la firma enfrenta la caída en el consumo que está golpeando a toda la industria del retail. En medio de la polémica, la compañía reportó una caída de 30,8% en sus ingresos en el tercer trimestre, acumulando pérdidas por casi $ 20.000 millones en lo que va del año.