IBM está embarcada en un profundo proceso de transformación. La compañía ha detectado que los recientes avances tecnológicos están provocando profundos cambios a su ambiente de negocios, y por lo tanto, o se reconvierte o seguirá la misma suerte que otros grandes nombres que tardaron demasiado en reaccionar a las nuevas tendencias y hoy son historia, como Kodak o Blockbuster.
Por esta razón, IBM estaría desesperada por deshacerse de su unidad de fabricación de chips, que según fuentes cercanas a la firma, le estaría generando pérdidas en torno a US$ 1.500 millones al año. Y tanta sería su desesperación que le habría ofrecido US$ 1.000 millones a Globalfoundries para que se hiciera cargo de la división, según un reporte de Bloomberg que cita a fuentes cercanas a las negociaciones. Pero, aparentemente, el diagnóstico de IBM sobre el futuro de la industria sería compartido por otras compañías, ya que Globalfoundries no sólo no aceptó los US$ 1.000 millones, sino que exigió el doble por heredar la unidad, suficiente para contrarrestar sus masivas pérdidas.
Aunque IBM rechazó esas condiciones, los analistas no descartan que las negociaciones sean retomadas más adelante, debido a la presión del director ejecutivo de la compañía, Ginni Rometty, por cumplir las metas de utilidades para 2015 y deshacerse de los negocios insolventes, luego de registrar nueve trimestres consecutivos de caídas en los ingresos. “La primera regla para negociar es ser capaz de abandonar la mesa”, comentó a Bloomber Jim McGregor, fundador de la consultora especializada Tirias Research. Sin embargo, agregó, “todo esto podría ser sólo un alarde. Y podríamos ver que (las conversaciones) resucitan en tres o seis meses”.
IBM está poniendo cada vez más fichas a su negocio de asesorías globales para empresas, a medida que el surgimiento de “la nube” de Internet está reduciendo la demanda de las compañías por equipamiento, como servidores. Este giro ha hecho que la necesidad de la propia IBM por chips disminuya.
En su decisión, Globalfoundries habría tenido en cuenta el deterioro en el estado de las plantas de semiconductores de IBM, que requieren una multimillonaria inversión para mantenerse competitivas y cerrar la brecha con Intel, el líder del negocio.
Ésta no es la primera vez que IBM debe reconvertirse y la firma ha ganado fama por su capacidad para resurgir. Ya en 2005, cuando detectó la caída en los márgenes del negocio de computadores, no dudó en deshacerse de la unidad que vendió a la china Lenovo.