Clínica Mayo activa presencia internacional con redes y alianzas que incluyen a Chile y A. Latina
A partir de un potente desarrollo en tecnología e investigación, este referente en salud aumenta exponencialmente su capacidad de atención a los pacientes y sus redes institucionales en el mundo.
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Clínica Mayo celebra 150 años de existencia. Una larga vida desde su partida gestada por la visión del Dr. William Worrall Mayo hasta su fisonomía actual como un conglomerado de salud con base en Rochester, Minnesota –y sedes en Jacksonville (Florida) y Scottsdale (Arizona)– que totaliza del orden de 61.100 empleados, de los cuales 4.100 corresponden a médicos y científicos. Hitos sobre los cuales se construyó uno de los principales referentes médicos del mundo, tanto por sus resultados y estándares de atención de salud, Un éxito que nunca se ha apartado de sus principios de origen: una organización de inspiración humanitaria, administrada por médicos y sin fines de lucro. “Clínica Mayo es el primero y mayor grupo de práctica médica multidisciplinaria liderado por médicos. El principal valor que ha guiado cada una de nuestras decisiones es que las necesidades del paciente vienen primero que todo lo demás”, explica el presidente y CEO de la entidad, Dr. John H. Noseworthy sobre el círculo virtuoso generado por la práctica médica, investigación, difusión del conocimiento e innovación.
Un compromiso que mantiene a firme, aún en el marco de la crisis en la atención de salud en EEUU y otros países, incrementada por factores como la demanda de mayor calidad en las prestaciones y el alza en los costos. “En lugar de participar en la extensa consolidación de las organizaciones, estamos llevando a cabo un modelo de negocio basado en la difusión del conocimiento como una herramienta práctica de integración para mejorar la eficiencia y seguridad de la atención médica”, explica. No en vano, la investigación y programas de educación tuvo un presupuesto de US$ 912 millones en que 2013, de los cuales Clínica Mayo aportó US$ 489 millones y los patrocinios otros US$ 368 millones.
Ahora estos lineamientos están recibiendo un nuevo impulso de la mano de la revolución digital. Entre los ejemplos destacados se encuentran los avances en teleradiología para atender requerimientos a distancia desde el centro ubicado en Rochester; la asistencia remota a accidentes vasculares-cerebrales desde su centro en Jacksonville; la conexión con otros hospitales a través de telemedicina y equipos robots en las salas de urgencia, y el servicio de consultas electrónicas para todo EEUU operativo las 24 horas.
En esta línea se inscriben sus sistemas de gestión de información para codificar su enorme conocimiento acumulado. Esto incluye el programa AskMayoExpert –que ofrece herramientas a los proveedores de salud en modelos de atención, alertas y apoyo, y que comparte a través de su red Mayo Clinic Care Network– y el servicio eConsults para consultar diagnósticos o tratamientos complejos a través de Internet en 24 horas, que incluye 26 proveedores de salud en EEUU, Ciudad de México y Puerto Rico, y cuyo objetivo es extender a afiliados en todo el mundo.
Una mayor presencia internacional en la cual Latinoamérica tendrá un espacio significativo. “Existe un espacio grande para potenciar la relación con instituciones en Latinoamérica, que está preparada para desarrollar servicios. Nuestro número de afiliados en la región se va a incrementar porque cada día hay mejores instituciones, capacidades y personal médico muy bien capacitado en muchos de sus países”, destaca el Dr. Salvador Alvarez, director médico internacional de Clínica Mayo en Jacksonville. Junto a su red de oficinas comerciales –en México, Guatemala, Ecuador y Colombia–, el Dr. Alvarez enfatiza la voluntad de seguir desarrollando relaciones y convenios entidades de salud en la región, apuntando a “una relación en que las ambas tengan un beneficio a largo plazo, básicamente con instituciones que tengan una filosofía y misión similares a la nuestra”. En el caso de Chile, destaca la realización desde hace diez años del curso de Medicina Interna con la Clínica Alemana, los convenios con la UCatólica y la alianza establecida en investigación el año pasado con Codelco para desarrollar implantes de cobre. Acuerdos que la entidad estadounidense está abierta a replicar. “Chile tiene una de las mejores medicinas de Latinoamérica”, destaca.
En este marco, el Dr. Noseworthy desarrolla las claves del momento actual de su institución y sus proyecciones. “El objetivo es seguir proporcionando nuestro conocimiento y ayuda a nuestros pacientes, tanto cara a cara, como –cada vez más– en un mundo digital directamente en sus casas, y con cualquier persona a nivel global”.
–¿Cómo encaja un modelo de gestión en manos de los médicos y enfocado en el paciente, en los sistemas de salud actuales?
–Por separado, los técnicos médicos, enfermeras y doctores pueden ser profesionales compasivos y dedicados. El problema es que si el sistema no los apoya para que trabajen juntos como un equipo con un propósito común, es muy difícil que puedan hacer más de lo que hacen como individuos. Y no sólo los profesionales: mucha gente se está abriendo a la idea de que el paciente debe formar parte de ese equipo.
–¿Cómo se inscribe el enfoque de Clínica Mayo en la situación general de la salud en EEUU?
–En EEUU al menos, donde el sistema está muy fragmentado y es muy difícil integrarlos a todos, y probablemente entre el 20% y 30% del costo en los sistemas de salud se relacionan con una atención ineficiente y fragmentada, sumado a la desigualdad en la calidad.
–¿Cómo ve este mismo dilema en el resto del mundo?
–Yo participo como gobernador en el Foro Económico Mundial en Davos, y las naciones entienden que se debe involucrar al sector privado, a la industria, al gobierno, al sistema escolar y a toda la población. La clínica está ayudando a formar ese mensaje y la gente está comenzando a entenderlo, hay muchas oportunidades de educar en cambios de comportamiento y queremos estar involucrados en eso, ya sea en Chile, Canadá, Brasil, o donde sea que la gente quiere asociarse a nosotros.
– Ud. ha identificado tres imperativos para transformar la atención de salud: difusión del conocimiento, creación de valor y financiamiento para la excelencia. ¿Cómo se concreta esto?
–La medicina hasta ahora se ha entregado siempre cara a cara, y la mayor parte de lo que hacemos tiene que ver con que somos el destino a donde llegan pacientes de todas partes. Pero hay otra dimensión que tiene que ver con cómo ayudar a los pacientes y sistemas de salud en todo el mundo. Nos hemos puesto una meta de compartir lo que sabemos de forma significativa con cientos de millones de personas, literalmente.
–¿Cómo se concreta esto?
–A diferencia de otros grupos de cuidados de la salud que no tienen ese alcance global, podemos compartir nuestro conocimiento con las naciones desarrolladas y en desarrollo. Y a partir de factores técnicos, podemos proveer salud a distancia trabajando con los proveedores locales.
–¿Cuáles son las principales herramientas?
–Estamos trabajando en codificar y digitalizar todo el conocimiento de nuestra práctica para crear herramientas de conocimiento de gestión, y luego integrar a los sistemas de salud en una red de atención. Estamos enfocados en aprovechar el poder del “big data”, y en una relación con Optum hemos creado un laboratorio de innovación abierta que actualmente tiene datos de resultados clínicos de 30 millones de pacientes y de costos de atención de registros de aseguradoras de 150 millones de personas. Eso nos ayuda a preguntarnos dónde está la mejor calidad de atención y cuál es su costo.
–¿Qué avances han logrado en la red con otros centros a través de la Clínica Mayo Care Network?
–Desde su implementación en septiembre de 2011 hemos integrado a 28 proveedores de salud. Es un modelo basado en suscripción y lo que se recibe es el acceso a nuestra herramienta de conocimiento digital AskMayoExpert, donde se registran 16 mil diferentes condiciones y procesos en modelos de atención para ayudar a médicos y enfermeras. Además, se ofrece acceso a consultas electrónicas con expertos de la clínica, y si necesitan mandarnos pacientes con problemas que no pueden resolver localmente, tienen acceso a nuestro sistema de cuidados médicos. Para mí resulta gratificante el hecho de que cerca de 90% de los pacientes de la red no debe abandonar su comunidad. Es verdad que no ayuda financieramente a la clínica, pero apunta a nuestro papel humanitario.
–¿Cuáles son los nuevos énfasis en investigación?
–Hemos invertido fuertemente en tres centros transformacionales: El Centro de Medicina Regenerativa, que trata de terapias basadas en células para reparar órganos; el Centro de Medicina Individualizada -que utiliza la genética molecular para guiar las terapias-, y el Centro para la Ciencia de la Entrega de los Cuidados de la Salud, donde ingenieros y economistas especializados trabajan junto a expertos clínicos para mejorar la calidad e incrementar la eficiencia reduciendo los costos, para aumentar así el valor de la atención.