Mientras los ojos del mundo están puestos en el cobre y, en concreto, en los aranceles al metal rojo, la “Chile se tiene que poner las pilas” -o baterías en este caso-. Así lo considera la empresa estadounidense proveedora de tecnología para la extracción directa de litio (DLE), Lilac Solutions, que recientemente se convirtió en la primera (y única) compañía en poner en marcha una planta piloto en el Great Salt Lake de Utah, EEUU.
En el mayor lago de agua salada del hemisferio occidental -de donde se extraen otros minerales- siempre se ha sabido que hay litio, “pero nunca nadie pensó en sacarlo, porque tiene concentraciones muy bajas, de 65 mg/L”, cuenta a DF, el presidente para Sudamérica de la empresa, Felipe de Mussy. “Se podría decir que es nada si uno mira al Salar de Atacama, donde se llega a 2.000 mg/L”.
De ahí su análisis: “hasta hace muy poco, extraer litio en tan bajas concentraciones era impensado, y lo estamos haciendo. Esto le pone presión a Chile en términos de que el litio que se necesitará en el futuro va a venir de algún lugar, entonces, o Chile de verdad se pone las pilas, agiliza la entrega de CEOL (contrato especial de operación de litio), o quedará relegado ante otros productores”.

Felipe de Mussy, presidente sudamérica Lilac Solutions
Lilac, respaldada desde sus inicios por el fondo Breakthroug Energy Ventures de Bill Gates y firmas como BMW, The Engine, Sumitomo y Mitsubishi, desarrolló una DLE en base a intercambio iónico y bajo consumo hídrico, con la que recupera litio por sobre el 90%. “Nos hemos puesto la meta de que extraer litio con nuestra tecnología implique estar en el cuartil más bajo del costo de producción”, agrega el ingeniero de la PUC.
En Utah, de la mano con un grupo de inversionistas y de cumplir con sus supuestos tecnológicos, avanzarían a una planta comercial, donde primero producirían 5.000 toneladas al año y después subirían a 20.000. Si todo sale bien, esperan tener la primera producción a finales de 2027.
Además de EEUU, la empresa californiana está en tres proyectos de litio en Argentina, destacando el de Kachi de Lake Resources; próximamente pondrá en marcha otro pilotaje en Europa y también avanza como potencial socio tecnológico en tres proyectos en Chile, uno de ellos en Salares Altoandinos con Enami.
El camino chileno
De Mussy destaca el trabajo “muy fácil” con Utah, “con plazos, permisos y reglas claras”. Entre conversaciones con autoridades, comunidades y la revisión de regulaciones federales y estatales, el proceso tardó dos años.
-¿Cómo lo compara con Chile?
-En Chile hay una situación anómala dado que el litio no es concesible, pero lo que ha hecho el Gobierno de querer avanzar en nuevos proyectos que vean la luz, ha sido el camino correcto dentro de las restricciones.
-¿Cómo se mide ese éxito?
-Con que al final del gobierno ya esté consolidado el acuerdo Codelco-SQM, que Codelco tenga un socio privado de renombre internacional para desarrollar Maricunga y Enami haga lo mismo en Salares Altoandinos. Lo último y clave, la entrega de CEOL. Siendo conservador, Chile debería pasar de dos a al menos cinco proyectos de producción de litio y eso, a ojos de cualquiera, serían buenas noticias.
-¿Cuándo ve un aumento en la producción de litio chileno?
-En el mejor de los casos, justo antes del 2030, pero debería ser en cuatro o cinco años después de la entrega del CEOL. Por eso es clave evaluar el tema de la permisología, que va más allá de la industria del litio, para que estos proyectos no demoren cinco años, sino que ojalá tres.
-¿Seguimos a tiempo?
-Sí, Chile tiene todavía una oportunidad inmensa, tiene recursos muy buenos, pero necesita de una vez por todas despegar, apurarse, y sacar a la cancha nuevos proyectos. A 2030 la demanda por litio será de tres millones de toneladas y actualmente el mundo produce un millón. ¿De dónde vamos a sacar dos millones? ¿De Atacama, Maricunga, Altoandinos y tres o cuatro proyectos vía CEOL? Ojalá sí, pero para eso hay que hacerlo ya.
-¿La ENL fue el camino correcto?
-En política están los que buscan lo idealmente teórico y los que buscan lo que realmente se puede hacer. Creo que se está logrando hacer lo que se puede dentro de la regulación que tenemos. ¿Es perfecto? tal vez no. ¿Es suficientemente bueno? yo creo que sí.
-¿En Argentina el tema avanza más rápido que en Chile?
-Sí y con Milei más todavía. Los inversionistas más conservadores están esperando que se consoliden las reformas del actual gobierno, pero ya vemos a actores de talla mundial como Rio Tinto comprando Arcadium Lithium y, en base a nuestra experiencia allá, hay ciertas ventajas estratégicas versus Chile, como la rápida obtención de permisos y la atracción de la inversión minera.
-¿Para cuándo ven un repunte en el precio?
-Las estimaciones del repunte están cada vez más cerca de 2025. Nuestra estimación es que el precio empezaría a subir a fines de este año o a inicios del próximo.
Respecto a los procesos en que Lilac está participando como potencial socio tecnológico en Chile, De Mussy dice que “estamos muy satisfechos con los avances que hemos logrado y los resultados que hemos entregado”, y asegura que están en “conversaciones avanzadas para desarrollar nuevos pilotajes en el país durante 2025”.