Un cambio profundo en el mapa de los ejecutivos de la gran minería se está produciendo en el país. Las principales compañías presentes en Chile han cambiado sus gerentes, y muchas de ellas se dan en medio de resultados que no han dejado contentos a sus dueños.
El último movimiento que sorprendió a la industria fue la llegada del polaco Maciej Sciazcko como nuevo CEO y gerente general de Caserones, en reemplazo de Ricardo López, el que a su vez había tomado la posta de Nelson Pizarro, quien lideró la construcción del proyecto. Sciazcko se había desempeñado hasta junio como gerente general de Sierra Gorda.
“Caserones ha tenido problemas para alcanzar su capacidad de diseño, por lo que uno pensaría que cualquier cambio gerencial tendría que ver con esto”, comenta el experto en minería y profesor de la UC, Gustavo Lagos.
Pero este no es el único movimiento. Hace algunos días Anglo American cambió al vicepresidente de Operaciones de Los Bronces, asumiendo el cargo Patricio Chacana, en desmedro de Christian Thiele.
También desde el 1 de agosto dejó la presidencia de Escondida Hilmar Rode. Asimismo, Codelco comunicó hace algunas semanas un nuevo ejecutivo para Andina, en medio de las complicaciones medio ambientales que tuvo esta división.
A su vez, Sierra Gorda, tras la salida de Sciazcko, nombró al estadounidense Robert Wunder.
Estas salidas se suman a otras en el último tiempo, aunque no motivadas por malos resultados. Son los históricos Diego Hernández, que dejó en abril Antofagasta plc para dedicarse a la actividad gremial, y David Baril, quien por años fue el principal ejecutivo de Teck en Chile y que se alejó de la firma al jubilar, tomando su cargo el canadiense Chris Dechert.
Las compañías que realizaron cambios en sus máximos ejecutivos en los últimos meses suman 2,7 millones de toneladas de cobre, lo que representa el 47% de toda la producción nacional del metal rojo de 2015.
“Hay algunos recambios que son lógicos de acuerdo al ciclo del negocio, mientras que hay otros que están relacionados con el revertir situaciones desafiantes para lo cual se necesitan energías nuevas”, comenta el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo.
Añade que el ciclo minero pasó de enfocarse en la producción al de los ahorros, por lo que algunas mineras también optarían por potenciar estos perfiles en los máximos ejecutivos. “Han existido cambios en las circunstancias de la industria, ya que pasamos de una fase de crecimiento acelerado a otra donde el control de costos pasó a ser prioritario. En algunos casos, los perfiles y liderazgos que se requieren para aplicar estos recortes pueden estar en unas personas más que en otras”.
Gustavo Lagos comenta que “estamos en un momento de cambios que pueden ser duros y muchas veces hay que cambiar a las personas porque es conveniente hacerlo. Muchas veces se hacen reestructuraciones porque el gerente que sale puede estar desgastado y así es difícil conseguir los objetivos. Las mismas personas no lo van a ejercer”.
Añade, eso sí, que algunas de las grandes mineras tienen como política hacer cambios periódicos de sus ejecutivos, muchas veces también como producto del desgaste que sufren las relaciones laborales, en especial cuando se ejecutan recortes de personal, enmarcados en los planes de reducción de costos.
“Uno no puede tener al mando de una empresa a una persona que tiene los sindicatos en contra, es una cuestión muy poco inteligente y esa también puede ser una razón para las compañías”, señala.
Caserones opera al 80% de capacidad
Caserones, mina de capitales japoneses, no ha tenido una fácil puesta en marcha. La faena, ubicada en la Región de Atacama, no ha podido alcanzar su capacidad de diseño.
De acuerdo a un ejecutivo de Mitusi, socia de la iniciativa, la planta tiene una capacidad de utilización del 80%, cercano al nivel que operaba a fines del primer trimestre, consignó la agencia Reuters.
Ante la pregunta de periodistas si la mina podría encarar un déficit de financiamiento, el gerente de Finanzas de Mitsui, Keigo Matsubara, dijo que sería posible si las pérdidas continúan. "Es posible que tengamos que tomar medidas con nuestros socios", afirmó en una conferencia.
La compañía está trabajando con la consultora McKinsey para que proponga un plan integral de mejora para la faena. Según han comentado fuentes de la industria, McKinsey llegó hace algunos meses a la faena y están aplicando un programa denominado RTS (Recovery Transformation System) que se enfoca no sólo en temas de personal, sino que en aspectos operativos y financieros.