La advertencia de experto en litio de Wood Mackenzie sobre límites a la minería
Los precios del litio más que se han duplicado este año. El analista proyecta tasas de crecimiento más moderadas, pero aún de dos dígitos en la próxima década.
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Cuando se habla de transición energética, de reducir emisiones, inevitablemente se habla del cobre y del litio. En lo que va del año, el precio del litio se ha disparado un 123%, según registros de Benchmark Minerals Intelligence.
El buen momento del metal se ha reflejado en los resultados de empresas como SQM y ha acelerado los planes de expansión de grandes mineras. A nivel de gobiernos, Chile, Argentina y Bolivia evalúan la creación de un cartel similar a la OPEC para tomar control sobre los precios de litio, mientras al mismo tiempo impulsan la nacionalización de sus industrias.
En el episodio especial de Primer Click de esta semana, Allan Pedersen, analista senior de Litio de Wood Mackenzie, explica desde Australia el peligro que implica las dificultades para aumentar la inversión minera.
- ¿Hay quienes proyectan una próxima corrección del precio del litio, pero también hay quienes esperan un súper ciclo? ¿Cuál es su proyección?
- Es definitivamente una industria interesante. La demanda ha sido increíblemente fuerte y ha sido impulsada por el sector automotriz y la necesidad de descarbonización de la flota de vehículos. En el lado del litio, hemos visto un duplicarse la demanda de litio en los últimos dos años. No prevemos que ese tipo de crecimiento continúe.
Estamos pronosticando un crecimiento muy fuerte a corto y medio plazo, hasta los 2030’s, comienzo de 2040’s, con crecimientos de 15%-30% al año.
En términos generales eso es increíblemente fuerte. Obviamente es una desaceleración de las tasas de crecimiento en comparación con lo que hemos visto recientemente, pero hacia el final de la década de 2040, se verán tasas de crecimiento más lento. Seguirá habiendo crecimiento, pero a medida que madure el mercado de los vehículos eléctricos, esa tasa de crecimiento se reducirá.
- Esa desaceleración, ¿puede ser la consecuencia de un mayor equilibrio entre oferta y demanda con la entrada de nuevos proyectos mineros?
-Sí. Creo que gran parte de ese equilibrio vendrá de la industria del reciclaje. Veremos más reciclaje en los próximos 10-15 años, así como más dispositivos de almacenamiento. En eso hay un retraso. Es necesario para los esfuerzos descarbonización.
- También hay quienes están buscando ya un reemplazo del litio. ¿No es una amenaza para la industria?
- No lo veo como una amenaza, lo veo como un complemento. Hay otras baterías en desarrollo, de níquel, sodio, pero son diferentes. Las características técnicas de cada una de las baterías, diferentes tipos de carbonatos, de química, densidades de energía, también las de litio. Eso es lo que hace la industria aún más interesante, porque hacia adelante se necesitará una gran cantidad de productos para lograr la descarbonización.
Wood McKenzie realizó un estudio a principios de año en el que analizamos los volúmenes de metales que se necesitarían si el mundo avanzara hacia la meta de un alza de solo 1,5 grados centígrados (hacia fin de siglo), y la demanda por cada metal sería realmente aterradora para cada producto que analizados. El caso base que estamos proyectando implica un alza de temperatura de entre dos a dos grados y medio. Así que necesitamos todas las soluciones que podamos conseguir.
- Pero al mismo tiempo, y también en nombre de la batalla contra el cambio climático, hay un movimiento para detener nuevas exploraciones mineras, y no sólo en los países emergentes.
- Si nosotros como sociedad limitamos la minería, hay un montón de cosas que no vamos a ser capaces de lograr y que obligarán cambios realmente significativos. Cada industria en el mundo utiliza minerales. Se necesitan en la tecnología para la energía renovable, las tierras raras se usan en los imanes de las turbinas de viento; se usan en las baterías y motores de los vehículos eléctricos, en la producción de paneles solares… Sin la extracción de estos minerales y metales que se necesitan, será cada vez más difícil descarbonizar.
A su vez, eso obligará a cambios significativos en el comportamiento del consumidor. Y creo que eso es un reto aún mayor. Así que necesitamos inversión y necesitamos un cambio en la mentalidad en torno a la minería y el perfil de emisiones asociado a ella, porque necesitamos extraer los minerales antes de descarbonizar la industria minera.
- ¿Cuáles son los mayores obstáculos para atraer inversiones a la minería de litio?
- Hay dos factores. Uno es el proceso de obtención de permisos y el otro es el proceso de financiación. Ell proceso regulatorio no se ha hecho más fácil ni más corto en ningún país del mundo.
A nivel de financiamiento, el problema es que la industria está en su infancia. En términos generales, la transparencia de los precios no existe. Es muy opaco y muchas instituciones financieras no están familiarizadas con el funcionamiento del mercado. Para lograr financiamiento, las firmas mineras y las firmas de conversión necesitan demostrar que pueden vender su producto y a qué precio pueden hacerlo. Eso es difícil en una industria como la del litio. Es un reto buscar una forma para demostrar eso de forma que las instituciones financieras se sientan cómodas.
-Entonces los precios hoy se fijan básicamente en acuerdos entre privados…
- Mi experiencia es que cada contrato varía respecto a otro. Puede basarse en una cesta de productos, tener precios mínimos, máximos, puede incluirse un elemento de precio fijos, etc… Es un reto porque, a escala mundial, no hay una especificación acordada sobre el hidróxido de litio. Se trata más bien de una especialidad química en la que un productor específico tendrá ciertos requisitos de impurezas, que luego se acuerdan con el vendedor.
- Es decir que no hay un mercado spot, digamos en la bolsa de Metales de Londres…
- Hay un segmento, pero el volumen de transacciones es bastante limitado.
- ¿Quiénes se proyectan como los grandes actores de la industria?
-Depende de qué parte de la industria hablamos. Si se mira la oferta a futuro, los grandes productores internacionales, Tianqi, Albermale seguirán siendo grandes actores. Hay algunos productores norteamericanos que buscan iniciar la producción y ganar terreno en el mercado spot. También vemos proyectos en Australia Occidental, en África. Hay algunos proyectos de conversión en Europa.
Pero en conversión el actor dominante es China. Ellos comenzaron antes con la conversión de litio para baterías eléctricas, antes que todos, y su participación puede bajar en algo en el futuro, pero seguirán siendo un actor importante en este segmento”.
-¿Y SQM?
-Todos saben que SQM se está expandiendo, han sido muy agresivos, y hay tenido mucho éxito hasta ahora.
- Ante el auge del litio, países como en Chile impulsan la idea de crear empresas estatales para su explotación. Es más, incluso se plantea la idea de crear una especie de OPEC del litio entre Chile, Argentina y Bolivia. ¿Cree que funcionaría en un mercado donde la fijación de precios es tan técnica y entre privados?
- No soy un gran creyente en un cartel, en la forma en que opera. Creo que tiene una tendencia a destruir valor para la sociedad, para los consumidores, y en este caso para el esfuerzo de descarbonización. Si se mira más bien como una colaboración, puede ser, es una industria de rápido movimiento. Tenemos ya organizaciones internacionales que están mirando algunos de los desafíos que enfrenta la industria en general.
Pero cuando lo vemos como un cartel para gestionar la producción o los precios. Creo que se corre el riesgo de destruir los esfuerzos que el mundo entero ha emprendido para la transacción energética.
-La competencia está creciendo. Ha mencionado proyectos en China, pero también en EEUU, Europa, Australia, África… ¿Dónde deben concentrarse los países en buscar inversiones? ¿En la exploración o el procesamiento?
-Hay muchos países que están buscando esa oportunidad de crear “valor añadido” a su producción. Hay varias razones para ello, una es que se puede esperar un mayor ingreso fiscal con la exportación de productos más elaborados y de mayor precio. Hay un factor de orgullo nacional, y hay un aspecto de creación de empleo importante. Así que hay varios factores que pueden llevar a un gobierno a aspirar al sueño de crear una cadena de valor completa.
También está el factor medioambiental. Entre más concentrado el litio que se exporte, menor es su huella de carbono.
Pero es muy difícil que un país logre desarrollar toda la cadena completa, desde la extracción hasta la elaboración de baterías. Creo que habrá pocos países capaces de hacerlo.