El grupo español Marsans dijo hoy que estudia la posibilidad
de capitalizar a Aerolíneas Argentinas, cuyo último balance anual arrojó un
patrimonio neto negativo de 81 millones de pesos (unos US$ 24,4 millones).
Esta situación patrimonial será uno de los puntos que se
abordarán el próximo miércoles en la asamblea de accionistas de Aerolíneas,
dijo en una rueda de prensa con medios españoles Jorge Molina, miembro del
directorio de la línea aérea en representación de Marsans.
La asamblea será la continuación de la celebrada hace un mes
y en la que se aprobaron los estados contables de 2007.
El ejecutivo explicó que de no concretarse la venta de la
línea aérea al Estado argentino, el grupo español seguramente capitalice la
compañía.
"Vicente Muñoz (director corporativo de Marsans) va a
traer el miércoles el mandato fresco de los accionistas (de Marsans), que creo
que seguramente va a ser lo que ya se dijo en la última reunión de directores,
en donde se habló de la capitalización si es que no se llegaba a la
venta", indicó Molina.
El directivo afirmó que el grupo español
"obviamente" tiene "solvencia económica para seguir adelante con
esta compañía y para capitalizarla".
El Gobierno argentino y Marsans firmaron el 17 de julio
pasado un acta para negociar la compraventa de Aerolíneas, sin que hasta el
momento hayan llegado a un acuerdo.
Desde entonces, la gestión de la compañía está a cargo de un
comité presidido por un representante del Estado, que hasta el momento ha
aportado US$ 200 millones para mantener operativa la empresa.
Eduardo Aranda, uno de los representantes de Marsans en el
comité que administra la aerolínea, no descartó que en la reunión del miércoles
el Estado argentino plantee cómo pretende que se contabilicen esos fondos, si
como un préstamo, un aporte solidario o una aportación al capital de la
empresa.
"En este último caso, eso debe ser aceptado por el
accionista mayoritario y valorarlo. ¿Cómo se valora? ¿A valor nominal, con una
prima o, como ellos dicen que esto vale cero, a otro valor?", se preguntó
Aranda.
Ambas partes han presentado sus valuaciones sobre el valor
de la compañía, que para el Estado tiene una valoración negativa de 832
millones de dólares, por lo que no debería pagar nada, mientras que para
Marsans vale entre US$ 330 millones y US$ 546 millones.