Hace 23 años el estadounidense Terry Harrington fue declarado culpable de asesinato por el tribunal de Iowa, Estados Unidos. Para demostrar su inocencia, acudió a la tecnología de ondas cerebrales (P300) y tras someterse a pruebas, estas mostraron que el registro almacenado en el cerebro del acusado no coincidía con la escena del crimen. A raíz de la nueva evidencia, el caso llegó a la Corte Suprema de ese país en 2003 y le devolvió su libertad además de otorgarle US$ 12 millones.
La técnica denominada P300, que se basa en eventos potencialmente relacionados (ERP por sus siglas en inglés), ha sido un tema controversial en EEUU, ya que existen ciertos alcances por parte de algunos científicos, quienes cuestionan la comprobación empírica de este tipo de tecnología para presentarse como prueba en casos judiciales.
A pesar de ello, hay científicos que han avanzado en su desarrollo, como la compañía estadounidense Brainwave Science LLC, creadores del casco Brain Fingerprinting.
A través de la medición de ondas cerebrales -que se conectan con la memoria de un individuo- el aparato identifica si un determinado contenido está en el cerebro del sospechoso. La tecnología utiliza la biometría de ondas cerebrales alcanzando un 99,9% de exactitud.
Desde 2014, el casco se está implementando en EEUU con organizaciones policiales como el FBI, la CIA y policías estatales siendo aceptado como prueba en tribunales de ese país.
Hace algunas semanas, TOC, empresa chilena especialista en verificación de identidad y firma electrónica biométrica, concretó un acuerdo comercial con Brainwave Science LLC para la distribución en Latinoamérica del Brain Fingerprinting.
"Este acuerdo nos permite intercambiar prácticas y conocimientos con una empresa de nivel global. Nos enorgullece que Brainwave Science LLC nos haya buscado para promover biometría de vanguardia", señala León Paul, gerente general de TOC, quien anuncia que ya se encuentran en conversaciones con organismos policiales como la PDI para incorporar esta tecnología a nivel local, para luego abrir mercado en Colombia y Perú.
TOC cumplirá cinco años este 2015. Con la ayuda de un capital semilla de Corfo por $ 40 millones en 2011, lograron impulsar el negocio de la biometría en Chile. A la fecha, cuentan con un portafolio de 96 clientes de industrias como retail, seguros y principalmente del ámbito financiero.
Para 2015 la empresa espera cerrar con ventas por US$ 5,5 millones en comparación a 2014, año en que facturaron alrededor de
US$ 4 millones.