Por Francisca Orellana
Buscando diversificar el portafolio de productos, Terramater desarrolló el primer aceite de oliva untable.
Se trata de una idea pionera, que probó diversas fórmulas para dar con una receta que pudiera comercializarse. Así lograron hacer una mezcla con manteca de cacao, que no tiene colesterol ni aditivos.
Víctor Szecowka, director comercial de Terramater, explica que actualmente está en una fase de testeo en las salas de venta de la viña y productora de oliva, pero que dado su buena aceptación ya están pensando en la segunda fase de comercialización, que implica producir a un mayor volumen y en forma semi automatizada, ya que hoy su fabricación es artesanal.
En poco menos de seis meses, ya han vendido cerca de tres mil unidades. “El foco ahora es ver los mecanismos para aumentar su producción y ofrecerlo a diferentes tiendas gourmet”, explica el ejecutivo de la firma que sólo en el área de aceite facturó cerca de US$ 3 millones en 2010.
Agrega que buscar nuevos desarrollos para la compañía es fundamental en un mercado donde la competencia es alta. “Pero el tener más de 18 variedades de aceitunas nos abre el abanico para innovar y hacer productos atractivos”, dice. Es así que en 2009 lanzaron, por ejemplo, el primer aceite de oliva con Omega 3 o produce aceite de palta gracias a un proyecto desarrollado junto a Fundación Chile en 2002.
Utilización de residuos
Además, están preocupados de optimizar y reutilizar sus residuos para generar más valor. Por ello es que instalaron un sistema que separa el hueso de la aceituna que utilizan para el aceite, y lo reutilizan como biocombustible para las calderas de sus plantas de aceite, packing de frutas y vinificación, generando un ahorro de 534 toneladas de CO2. Y, por otro lado, están usando las pepas de uva que sobran del proceso de vinificación para producir aceite de pepa de uva, bajo la marca Casta, lo que les permite reutilizar un residuo que equivale a 750 toneladas.