Modificaciones a ley I+D fomentan inversiones corporativas en investigación
La puesta en marcha de la nueva Ley de I+D...
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POR PAULA PEÑALOZA
La puesta en marcha de la nueva Ley de I+D, promulgada el 6 de marzo pasado, abrió nuevas posibilidades para fomentar la investigación y desarrollo dentro de las empresas.
De 2008 a la fecha, se han materializado 73 proyectos a través de este cuerpo legal, con contratos certificados por $ 6.101,7 millones en sectores como pesca y acuicultura, silvoagropecuario, infraestructura y medio ambiente. De éstos,
$ 2.135,6 millones correspondieron al crédito tributario que contempla la ley, monto que asciende a $ 2.809,8 millones si se considera el beneficio total que reciben al sumar el crédito tributario (35%), más el beneficio derivado de las inversiones declaradas como gasto (65%).
La nueva Ley 20.241 entrega la posibilidad del uso del crédito tributario en actividades de investigación y desarrollo al interior de la compañía; que los gastos se consideren a partir de la fecha de inicio del contrato de I+D, al margen de la certificación; y elimina el tope anual del 15% del ingreso bruto de la empresa, aumentando el beneficio de 5.000 a 15.000 UTM (US$ 1,2 millones), entre otros aspectos.
Con estas modificaciones, InnovaChile de Corfo proyecta duplicar este año los 40 contratos certificados entregados en 2011. “Esperamos continuar con el ritmo de crecimiento de las solicitudes. Puede que se frene un poco a la espera de la entrada en vigencia de la nueva ley, pero debiésemos tener cerca de 80 y 100 proyectos durante el año”, sostiene Conrad von Igel, director ejecutivo de InnovaChile.
Agrega que esperan una mayor participación de proyectos del rubro minero, que hoy representan el 4% del total, con $ 1.375,7 millones en sólo tres proyectos. “Esperamos que se adhieran más empresas de la minería”, apunta.
Von Igel agrega que la ley anterior no incentivaba a las compañías mineras a invertir en este ítem porque establecía un tope de US$ 400 mil en crédito tributario. “No les convenía cambiar la estructura de investigación, en cambio con la nueva ley, con US$ 1,2 millones de crédito por año, significa entre US$ 3 millones y US$ 4 millones en proyectos, lo cual cambia el panorama”, afirma.
Pymes: el gran desafío
Los contratos certificados por las pymes en I+D representan el 20% del total de los proyectos. “Deberían mantenerse los porcentajes. El ingreso de pymes va a demorar un poco más y va a requerir mayores esfuerzos de marketing y difusión”, sostiene Conrad von Igel.
Para Jaime Aleé, director del Centro de Innovación del Litio, es necesario incorporar a las pymes de forma simple y ajustada a sus limitaciones, dado que ellas consideran la I+D como un gasto y no una inversión.“Deberían ser subsidiadas en un 100% y en dinero, no por un crédito a las utilidades, ya que en el fondo es cargar más el problema de caja de las pymes”, sostiene.