Por Karen Ríos
Un hecho marcó la vida de Marcela Gaete. En 2009, tras la muerte de sus padres, se topó con el recetario que su bisabuela había escrito hace ya 118 años. Este libro lleno de propuestas gastronómicas fue lo que le dio el impulso definitivo para tomar en serio su pasión por la cocina y dar vida “1893 Gourmet”, su propio emprendimiento.
La apuesta de Gaete es presentarle al público una “experiencia” en sabores, agrupando varios productos gourmet para ciertos momentos que se comparten en la mesa: la hora del té, un asado, el aperitivo y la sobremesa.
“Tenemos un juego de sobremesa para maridar un vino con chocolates especiales. También está la experiencia “parrillera” que viene con un delantal, gorro y la caja para guardar los utensilios, junto con productos para enriquecer el sabor del asado como cristales de sal, ají de cabra, entre otros”, explica.
Con una inversión que a la fecha bordea los $ 60 millones (capital propio y de Corfo), 1893 Gourmet comercializa entre 100 a 150 productos en un mes normal. “Ahora, en meses buenos, podemos superar las 2.300 experiencias vendidas sólo con un pedido. Los regalos corporativos son un muy buen nicho para el negocio”, afirma Gaete, que además destaca la participación de sus más de 30 proveedores con los que complementa la oferta de productos que incluye su catálogo.
Las proyecciones, dice su dueña, son fortalecer las “experiencias en vivo” que recientemente ofrece tanto en su local como en empresas privadas que la contratan para interactuar con sus empleados.
Además, esta emprendedora prepara para el próximo año el lanzamiento de un libro donde recopilará las mejores recetas de su bisabuela.
“Queremos que el libro, además de las recetas, incluya un reconocimiento histórico de lo que ha marcado la cocina chilena, para ello hemos invitado a algunos chef a montar una escena y hablar sobre los platos preparados”, adelanta.