Por Francisca Orellana
Un ambicioso proyecto es el que está impulsando el Centro de Innovación y Emprendimiento (CIE) de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI)
La semana pasada lanzó oficialmente el programa Compite + 1000, orientado a impulsar el crecimiento y productividad de mil pequeñas y medianas empresas (pymes). En esta primera etapa participarán las primeras 50, de un total de mil firmas que el programa apoyará en un plazo de cuatro años.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo de InnovaChile de Corfo, contará con tutorías y entregará herramientas para gestionar el emprendimiento, la innovación y el negocio para que puedan crecer. “Nos estamos enfocando en empresas que son estables pero que tienen una insatisfacción porque han dejado de crecer, que están en statu quo y quieren volver a la dinámica de un inicio”, explica Inti Núñez, director ejecutivo del CEI.
Trabajarán con tres tipos de firmas: medianas, que facturen cerca de
$ 3.000 millones; otras cuyas ventas bordeen el US$ 1 millón, y un grupo de emprendedores. La gran mayoría está enfocada en el sector de ingeniería y servicios.
“Chile tiene muchas posibilidades de crecer en esas industrias, por lo que estamos haciendo una apuesta por el futuro y desarrollo del país. Queremos acompañarlas a que se internacionalicen, que crezcan al doble, que puedan crecer para competir bien”, indica Núñez, agregando que a fin de año evaluarán llevar la iniciativa a Perú, Colombia y Centroamérica, en alianza con universidades locales u organizaciones empresariales.
Para Alan Farcas, director de la Escuela de Negocios de la UAI, ésta es una “forma sólida, con metodología y de clase mundial para que estas empresas puedan pensar en grande, estén preparadas para innovar y globalizarse”.
Como dato, agrega que el 80% de las grandes firmas de EEUU tiene menos de 30 años y fue pyme hace poco. “Esto grafica que hay países donde tienen oportunidad de crecer, y para Chile es el vehículo más potente para alcanzar el desarrollo”, señala. Coincide Alan García, sub director ejecutivo de InnovaChile, al indicar que hace 10 años el promedio de vida de una empresa era de 15 años. “Si proyectamos esa cifra a 2020 sólo una de cuatro seguirá existiendo, por lo que es un tremendo desafío capacitarse y tomar conocimiento que le agregue valor a la empresa para poder enfrentar la globalización y cambios del mercado”, dice.