Por Alejandra Clavería
La Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla), que representa al 80% de las empresas productoras de plástico en nuestro país, midió por primera vez su huella de carbono con el fin de instaurar políticas que le permitan disminuir la emisión de gases de efecto invernadero desde las fábricas hacia los centros de consumo, y minimizar así su impacto en el medio ambiente.
Los resultados se darán a conocer durante el seminario “Avanzando hacia la sustentabilidad de la industria del plástico sin dejar huella”, que se realizará el viernes y que contará con la presencia de la ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, y representantes de distintas empresas, quienes discutirán la importancia de trabajar en concordancia para fomentar el correcto uso y reciclaje de estos productos, que en Chile alcanzan a 600.000 toneladas anuales.
“Los plásticos son transversales a prácticamente todas las actividades económicas y por sus características de liviandad, su traslado permite reducir la huella de carbono”, afirma Pablo Escobar, presidente de Asipla. “Por ello creemos que la forma más eficaz de abordar las soluciones a los problemas medioambientales producidos por los desechos plásticos es que todos los actores actúen coordinadamente y para ello el foco tiene que ponerse en el reciclaje y no en la degradación, ya que son acciones contrapuestas”, añade el empresario.
Según Escobar, en la actualidad existe mucha desinformación respecto de la verdadera función que los plásticos cumplen en el medio ambiente, porque generalmente se desconoce que su materia prima proviene de gases sobrantes de la refinación del petróleo (etileno, propileno, propano, entre otros), que de no ser utilizados generarían graves daños en la atmósfera.
“Al contrario de la creencia popular, los plásticos son por definición reciclables, disminuyen la emisión de CO2 y son muy beneficiosos si cada uno de nosotros usa bien su ciclo de vida”, agrega.
Bolsas plásticas
Uno de los envases plásticos más utilizados por la población son las bolsas de supermercado, que si bien pueden encontrar diversos usos en el hogar, también pueden transformarse en elementos muy nocivos para el medio ambiente, una vez que son desechadas.
En ese sentido, el presidente de Asipla enfatiza en la necesidad de abarcar el problema de manera integral, instando no sólo a los sectores productivos a implementar acciones conjuntas para buscar una solución definitiva para los residuos, sino también educando a las personas a manejarlos correctamente, evitando que terminen en los suelos. Una alternativa, por ejemplo, es el reciclaje.