Según investigaciones del sector inmobiliario realizadas en Estados Unidos, las propiedades que se ofrecen con mejoras estéticas y bien decoradas pueden venderse un 80% más rápido y un 20% más caras. Esto fue lo que motivó al ingeniero comercial Cristóbal Herman a traer a Chile un servicio que lleva años aplicándose en ese país y que puede hacer una gran diferencia entre vender una casa o departamento deshabitado a uno que muestre al cliente cómo se vería si estuviese viviendo allí. Se trata de Home Staging, una herramienta de marketing inmobiliario que además de simular que una determinada vivienda está 100% habitada, desarrolla espacios que representan escenas de una vida familiar, como una comida romántica, la ambientación de un desayuno con vasos de jugo y galletas que parecen reales, una sala de estar con un televisor mostrando un partido de fútbol, entre otros escenarios.
“La compra de una propiedad está influida por sus aspectos estéticos y lo que éstos provocan en las personas. Y la idea es que ellas se imaginen que están viviendo ahí, se conecten con sus emociones y se proyecten en el inmueble que deseen adquirir”, explica Herman.
El servicio se ofrece desde marzo a través de la firma Santiago Home Staging, que partió con una inversión de $ 30 millones, y puede ser contratado por un período promedio de cuatro meses, tanto por personas naturales como por empresas del sector. Actualmente, la firma está en conversaciones con inmobiliarias como Armas, Paz y Aconcagua, para implementarlo en aquellas propiedades que son dadas en parte de pago. “Nuestra proyección es ir haciendo un piloto a la semana de acuerdo a las necesidades del cliente e ir creciendo paulatinamente este año”, concluye el empresario.