Por Karen Ríos
Grandes cadenas de hoteles, importantes empresas internacionales como Apple, son algunos de los 1.500 clientes que tiene actualmente Cabo de Hornos, un emprendimiento de Andrés Donoso y Carolina Acosta que ofrece un showroom donde prestan asesorías para tener un “buen dormir”.
“Antes de proponer un producto o una solución a un problema de sueño, estudiamos la postura corporal, las fibras naturales que el cliente prefiere, la comodidad que alcanza con distintas densidades de rellenos, la capacidad térmica del producto, la temperatura ambiente de la pieza y varios otros factores”, explica Andrés Donoso, director ejecutivo de la empresa y que cuenta con 13 años de investigación y desarrollo en la agroindustria del ganso (plumas, principalmente).
Pero no sólo es asesoría.La misma empresa es la que fabrica y comercializa los productos. Plumones, almohadas, ‘featherbeds’ y sábanas de alto hilaje son parte de su oferta. Incluso, sumaron una línea premium de toallas para hotelería. Los productos pueden tener un valor desde los $ 60 mil (almohada) hasta más de $ 1 millón (una cama completa).
“Si una pareja tiene distintas necesidades térmicas, le hacemos un plumón con distintos gramajes en cada lado, o bien aconsejamos a un hotel respecto al diseño, confección y cantidades de productos que debe tener de acuerdo al porcentaje de ocupación y a su sistemas de lavado”, explica Donoso.
La empresa, que nació en 2006 y requirió una inversión de $ 110 millones (hoy es parte del Programa de Créditos del Banco de Chile-Endeavor, una iniciativa que beneficia a empresas que facturen hasta US$ 3 millones), acaba de abrir una sucursal en Puerto Varas y planean instalar otra más en Antofagasta.
A corto plazo también esperan comenzar a exportar.