Por Francisca Orellana
Pese a existir más de nueve canales y un mínimo de 60 instrumentos públicos y privados para acceder a financiamiento y poder iniciar así un negocio en Chile, lo cierto es que el 68% de los emprendedores terminó invirtiendo dinero propio para comenzar su proyecto, mientras que sólo el 11%, lo hizo con fondos públicos y un 10% a través de bancos e instituciones financieras.
Así lo revela el estudio “Guía de financiamiento para emprendedores”, de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), que busca ser una herramienta útil frente a los que están buscando el mejor camino para su proyecto. El documento explica que partir con ahorros o “préstamos familiares” tiene desventajas, ya que los montos generalmente no alcanzan a financiar proyectos de alto impacto y quien presta el dinero, muchas veces, no tiene la experiencia de un inversionista para hacer crecer el negocio.
Esto también se debe a que poco más del 80% de los 800 emprendedores encuestados tuvo problemas para acceder a capital. “La falta de acceso a financiamiento es una de las principales trabas que hemos detectado. Es un factor que atenta contra la creación de nuevas empresas y que explica el fracaso de otras. Existen los recursos, pero no basta con que una organización entregue dinero, debemos preparar a los emprendedores para enfrentarse a esas instancias, y para administrar lo que se les entrega”, explica Constanza Anguita, directora de Contenidos y Estudios de la Asech.
Agrega que además, las cifras revelan que en Chile, “aún el proceso de postulación a fondos concursables no es expedito. Y sucede por dos razones: existe mucha burocracia para acceder a facilidades de financiamiento, y porque los procesos son largos, engorrosos y frustrantes para los emprendedores”. Por ello, acota que las instituciones que entregan financiamiento tienen que reformular sus procesos, “hacerlos más amigables y expeditos”.
Pero también hay responsabilidad y dificultades en los mismos emprendedores que no están llegando en el momento adecuado a pedir recursos. “Hay emprendedores que no están preparados para participar de estas instancias y sus proyectos son inmaduros, lo que explica la alta tasa de rechazo en la postulación a fondos públicos”, explica Anguita.
Se amplía el abanico
Frente a las dificultades que han tenido los emprendedores para acceder a financiamiento por las vías tradicionales, como pueden ser las instituciones financieras, aceleradoras de negocios, inversionistas ángeles o capital de riesgo, es que de a poco en el país y en el mundo, han ido surgiendo otras fuentes más expeditas y transversales.
Es el caso del sistema de crowdfunding o financiamiento colectivo, donde se sube el proyecto a una plataforma en internet, y terceros, mediante donaciones, ayudar a financiarlo. Existen casos como
Idea.me, Urbankit, Lincipit, Kickstarter. Sin embargo, se corre el riesgo de que el proyecto, al publicarse en la web, pueda ser copiado si es que está en una etapa muy temprana.
También ha surgido el método “peer to peer lending”, que consiste en préstamos de dinero entre personas no relacionadas, como la plataforma Cumplo.cl.
Por otro lado, se están creando empresas o brokers tecnológicos que conectan a emprendedores directamente con empresas o canales de comercialización para beneficio mutuo, como es el caso de la firma Start Up Tech Hub. Sin embargo, estos sistemas aún no son conocidos. De los encuestados, sólo el 36% sabe de ellos.